Álvaro Obregón (1920-1924)
Contexto
En 1911, ocupo el cargo de presidente
municipal de Huatabampo. Se integro a las fuerzas revolucionarias un año
después. Obregón fue comisionado para dirigir las fuerzas militares estatales
con el grado de coronel, y a partir del mes de abril d 1913, quedo en mando
Venustiano Carranza, y fue ascendido a general.
Álvaro Obregón se convirtió
en presidente constitucional de México a la medianoche del 1 de diciembre de 1920.
Durante su mandato intentó concluir el proceso de pacificación nacional que
inició Adolfo de la Huerta, y comenzó la repartición de tierras a los
campesinos del Estado de México
y Morelos, como parte de su proyecto de
reforma social.
Obregón decidió restituir el
antiguo Ministerio de Instrucción Pública, que fue suprimido por Carranza en 1918,
y esta nueva institución renació con el nombre de Secretaría
de Educación Pública, dirigida por Vasconcelos y creada en 1921.
Promocionó a los artistas plásticos y les otorgó espacios para realizar sus
obras, como Diego Rivera, José Clemente
Orozco y David Alfaro
Siqueiros.
Política
Obregón intentó mantener el
control y equilibrio de las fuerzas políticas imperantes en el país,
principalmente del ejército.
Por ello, concedió la amnistía a Francisco Villa y Saturnino Cedillo, y a cambio de rendirse y
colaborar en la estabilidad del país les otorgó tierras, producto del reparto
agrario. Otra de las preocupaciones del gobierno obregonista fue obtener el
reconocimiento de los Estados Unidos, ya que en caso de una nueva revuelta
armada en su contra, Obregón debería usar el apoyo de Estados Unidos, que
consiguió a inicios de 1923, con el Tratado de Bucareli.
Sin embargo tuvo que hacer ciertas concesiones con EE.UU, sobre todo en materia
agraria y del petróleo, ya que la política nacionalista del artículo 27
constitucional afectaba los intereses de las compañías extranjeras en México.
Se da el nombre de populismo
al movimiento político y social desarrollado principalmente en América Latina a
principios dl siglo XX, como parte de transición que se inicia cuando entra en
crisis la oligarquías terratenientes que dominaron las sociedades
latinoamericana en el siglo pasado, al tiempo que emergen nuevas clases
sociales, bajo el impulso de la creciente industrialización: la burguesía
industrial, el proletariado urbano y las clases medias compuestas por
profesionistas.
El compromiso establecido
por los caudillos militares con las masas trabajadoras durante el desarrollo de
la revolución, y legitimado después en la Constitución de 1917, propició las
condiciones para la formación del Estado. La conciliación de clases significaba
para Obregón “transformar la lucha revolucionaria en trabajo”. En mayo d 1921
el departamento de Estado norteamericano envió a Obregón un proyecto de tratado
de “amistad y comercio”, el 16 de junio de 1922 se firmó un acuerdo conocido
como el Convenio de la Huerta-Lamont, en agosto de 1923 Obregón expidió un
decreto sobre propiedad que equivale a un resumen de su pensamiento en cuestión
agraria, y con éste iniciaba la formación de la pequeña propiedad. El decreto
establece que todo mexicano mayor de dieciocho años que carecía de tierra y no
la pudiera obtener por algún título, podría adquirirla tomándola de las
nacionales y baldías que no estuvieran reservadas por el gobierno, aquel
decreto fue llamado “Tierra Libre”.
El movimiento obrero,
comenzó al adquirir un nuevo carácter político, fundado por ella en 1919,
controlaba a un número mayor de obreros que cualquier otro organismo laboral, y
ocupaba una posición casi gubernamental sustentada extraoficialmente por el
presidente de la republica.
Educación
La política educativa del
periodo obregonista fue muy destacada, el presidente obregón contemplaba un
plan de instrucción pública que llegara a los sectores populares, incluyendo al
área rural, como único camino para impulsar el desarrollo de estos sectores y
mejorar la productividad del país. La empresa educativa fue encomendada a José
Vasconcelos.
El gobierno de obregón tuvo
ante sí dos problemas principales en materia financiera, la primera fue la
restauración del crédito interno y externo; y el segundo la reorganización
social. En septiembre de 1921 fue decretada la emisión de la moneda de oro de
$50 y otra de plata de $2. En 1924, la ley sobre los bancos refaccionarios y la
ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios, se creó
la Comisión Nacional Bancaria, así como también el Banco de México.
Plutarco Elías Calles
(1924-1928)
Contexto
Calles heredo de Obregón el populismo y la política
del gobierno fuerte que tenía como objetivo la reconstrucción nacional, pero
llego a superarlo en lo que al logro de esa meta se refiere, a pesar de que no
poseía el carisma de Obregón.
Primer mandato
Calles abrió nuevos caminos,
favoreció la competencia comercial en beneficio del consumidor, propuso un
nuevo régimen fiscal y creó instituciones de beneficencia. Hizo que se
inculcaran hábitos de limpieza mediante conferencias públicas y además, se
encargó de impulsar el mutualismo entre los obreros. Cuatro días después de su
toma de posesión, emitió un decreto en el que prohibió la venta y fabricación
de bebidas embriagantes, con pena de cárcel por cinco años a quien lo hiciera.
Como gobernador, ordenó la
emisión de otros decretos referentes a la creación de escuelas, para el
establecimiento del catastro, para la publicación de la Ley Orgánica de los
Tribunales de Estado y donde fijaba el sueldo mínimo para jornaleros y peones.
Durante su mandato, Calles atendió en un 22% a la educación pública. En mayo
de 1916 fue asignado, por unos meses, a la
Jefatura de Operaciones del Estado y Adolfo de la Huerta
se convirtió en Gobernador Interino. Para el tiempo en que dejó la gubernatura,
Calles había dictado 56 decretos, emitiendo seis por mes.
Segundo y tercer mandato
Durante sus últimos dos
mandatos como gobernador, Calles promulgó cinco leyes reglamentarias: la de
Juntas de Conciliación y Arbitraje, la de Indemnizaciones, la de Administración
Interior del Estado, la de Trabajo y Previsión Social y la Ley Agraria. A
Soriano lo desaforó mediante el Congreso por permitir el establecimiento de
una casa de juegos. Expulsó a varios simpatizantes de la liga anarquista IWW
y ordenó el fusilamiento de Lázaro Gutiérrez
de Lara.
De
igual forma, ordenó la expulsión de todos los sacerdotes católicos de Sonora.
Inauguró la Escuela Normal para Profesores y organizó un congreso pedagógico,
en enero y junio
de 1916 respectivamente. Calles mandó abrir 127
escuelas primarias y las escuelas “Cruz Gálvez de Artes y Oficios” para los
niños huérfanos de la Revolución.
“Hace
menos de dos años, en 1915, fundé la Escuela de Artes y Oficios para Huérfanos,
impulsándome a ello a las repetidas observaciones que al correr los distintos
puntos del estado pude recoger en cuanto el número verdaderamente crecido de
niños huérfanos y abandonados que encontré en casi todos los lugares. Concebí
así la idea de crear un asilo que, además de arrebatar a la indigencia y sin
duda a la corrupción a aquellos seres infelices e inocentes, pudiera
convertirlos en elementos de orden y progreso, más tarde, aptos para el trabajo
y moralmente fuertes y sanos.”
En
el decreto, Calles estableció que se protegería a todos los huérfanos sin
distinción alguna. Para 1920, la institución contaba con instalaciones
adecuadas: el de varones tenía 468 alumnos internos y el de mujeres, contaba
con 396 alumnas; entre ellas las hijas del general Calles. La escuela tenía
seis años de primaria y se daba enseñanza industrial. Los varones aprendían
carpintería, agricultura y mecanografía. Las mujeres formaron una orquesta y
los varones una banda de música. Todos los alumnos de la institución, al
referirse al gobernador, lo llamaban «Papá Calles».
Plan de Agua Prieta
En enero
de 1920, Calles renunció a su puesto en el
gabinete de Carranza para incorporarse a la campaña presidencial de Álvaro Obregón.
Debido a las diferencias políticas entre Venustiano Carranza
y Obregón, en abril de 1920
el "grupo de los sonorenses" integrado por Obregón, Calles y De la
Huerta, proclamó el Plan de Agua Prieta
que desconocía al gobierno carrancista. Con el asesinato de Carranza en Tlaxcalantongo, Puebla, Calles ocupó el
cargo de secretario de Guerra y Marina durante el interinato de Adolfo de la Huerta
y fue secretario de Gobernación en el gabinete del presidente Álvaro Obregón,
el cual desempeñó durante casi todo el cuatrienio presidencial.
Guerra Cristera
Es
la etapa histórica transcurrida entre 1926
a 1929, caracterizada por el presidente Plutarco
Elías Calles, donde se efectuó un conflicto armado entre el gobierno y milicias
de laicos, presbíteros y religiosos católicos que resintieron la aplicación de
legislación y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia católica.
Entre los eventos que precipitaron el conflicto se cuentan varias matanzas de
fieles católicos a la salida de actos de culto en templos católicos en la
Ciudad de México y en otras ciudades de la República, eventos que fueron
registrados por los principales diarios del País, pero que fueron censurados
por el gobierno revolucionario.
En julio de 1926, publico un
decreto llamado “Ley Calles” en l cual reformaba el código penal referente a
las violaciones a la Constitución, y obligaba a los sacerdotes a dar a viso a
todas las regiones de la autoridad municipal del país y prohibia criticar las
leyes fundamentales de a república.
Economía,
finanzas y obras públicas
El
proyecto de reconstrucción económica durante la administración de Calles fue de
llamado “Nueva Política Económica”.
El proyecto tenía como objetivo;
- La
creación de una moneda estable, un presupuesto equilibrado y una Hacienda
sana.
- La
búsqueda de una correcta política financiera.
- La
devolución de bienes a manos privadas.
- La
creación del impuesto sobre la renta.
- La
creación de instituciones y prácticas que respaldaran la política
financiera.35
La
misión de llevar a cabo las políticas financieras callistas fue encomendada a
Alberto J. Pani. Su labor de saneamiento financiero consistió en la reducción
de los sueldos de todas las secretarías, en suprimir varios departamentos en la
de Hacienda; en reformar métodos de contabilidad nacional y presupuestos;
asimismo Pani impuso drásticas reducciones monetarias a toda oficina de
gobierno; se encargó de cancelar los subsidios y las partidas que se dedicaban
a sostener las asociaciones culturales civiles de beneficencia; reducir las
compras a Estados Unidos;
organizar la Dirección General de Catastro aplicando métodos vanguardistas;
diversificar las fuentes de ingreso federal por medio del establecimiento del
Impuesto sobre la Renta y racionalizar el régimen fiscal mediante la
organización de la Primera Convención Nacional, que se efectuó en la ciudad de México
en agosto de 1925.
A
fines de diciembre de 1924,
fueron creadas la Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos
Bancarios y la Comisión Nacional Bancaria, cuya función principal era vigilar
que las instituciones de crédito cumplieras las disposiciones legales. El 7 de enero de 1925
fue expedida la Ley General de Instituciones de Crédito, la cual marcaba la
continuación del proceso evolutivo del sistema bancario mexicano, impulsado durante
el Porfiriato e interrumpido con el derrumbe político
de éste. Tanto era la continuación del régimen de Porfirio Díaz en la reorganización bancaria del
gobierno de Calles que se mandó a llamar a Miguel S. Macedo, uno de los
“Científicos” más allegado a José Yves Limantour,
quien había sido ministro de Hacienda de Díaz y que ya había concebido las
bases de una nueva estructuración del sistema bancario antes del inicio de la Revolución mexicana.
La nueva legislación estableció la creación de un Banco único de emisión, que
sería el Banco de México,
inaugurado el 1 de septiembre
de 1925; y era administrado por un consejo integrado
por industriales, comerciantes, banqueros y políticos de peso en el país, y
estaba presidido por Manuel Gómez Morín.
El
Banco de México, cuyo mayor accionista era el gobierno, se creó con el
propósito de establecer un régimen bancario orientado a una economía social de
base nacionalista. Estaba facultado para efectuar las siguientes funciones
específicas:
- Emisión
de billetes.
- Regular
la circulación monetaria en el país, los cambios sobre el exterior y la
tasa de interés
- Redescontar
documentos de carácter mercantil
- Hacerse
cargo del servicio de tesorería del gobierno
- Con
las limitaciones de la ley respectiva, efectuar las operaciones bancarias
que competen a los bancos de depósito y descuentos.
Otra
institución de crédito creada en el gobierno de Calles fue el Banco de Crédito
Agrícola, inaugurado en febrero de 1926, cuyo proyecto se debió a Manuel Gómez Morín;
el propósito de la fundación de este banco partía del supuesto de que en buena
medida ya había sido realizada la reforma agraria, y se constituía para hacer
préstamos de avío, refaccionarios o inmobiliarios.
Sin
embargo, aquella situación de bonanza no prevaleció mucho tiempo. Las finanzas
mexicanas dependían en gran medida de los impuestos del petróleo y cuando en 1926
se conjugaron factores que provocaron la caída de los precios del crudo, la
economía mexicana entró en una crisis de la que no se recuperaría hasta la
época de la Segunda Guerra Mundial.
Tal crisis se acentuó por la caída del precio de la plata,
otra área que constituía las principales fuentes de riqueza de México. Al
desastre económico se aunaron problemas de orden político y social: el regreso
de Álvaro Obregón a la vida política y la Guerra Cristera. En 1927
renunció Pani como secretario de Hacienda
y fue sustituido por Luis Montes de Oca, quien ejerció su cargo durante la
reconciliación diplomática entre México y Estados Unidos y mantuvo un cordial y amistoso
trato con el embajador Dwight Morrow.
Los
buenos oficios de Morrow, quien procuró presentar las demandas estadounidenses
de tal forma que no pareciera lesionar los intereses mexicanos, permitieron
arreglar el conflicto en todos sus puntos y reanudar el trato amistoso entre
los dos países.
El
gobierno de Calles fue el primero en invertir en infraestructura. Durante su gestión se creó la
Dirección General de Caminos y la Comisión General de Irrigación; se comenzaron a construir carreteras,
caminos, presas y canales. El Banco de México y la Secretaría de Hacienda, regida por Alberto J.
Pani, conducían la economía y las finanzas del México en la segunda mitad de la
década de 1920. En el rubro de la industria, para el año de 1925
en México se contaban con 130 fábricas de capital estadounidense (Palmolive y la Ford Motor Company)
y de capital nacional (CEMEX, Grupo Modelo). En el mercado de valores, México alcanzó importantes niveles y los
inversionistas obtuvieron ganancias.
En
la enmienda Pani, así llamado el convenio se conservo la obligación de México
de pagar íntegramente capital e intereses de la deuda desde que fueran
suspendidos los pagos en 1914, pero se consiguió que el comité de banqueros
prolongara el plazo de pagos hasta enero de 1928.
No
obstante, el auge económico no duró mucho, pues en el periodo 1926-1932,
la economía y las finanzas declinaron; también lo hicieron la demanda interna,
las inversiones, las ganancias y la producción industrial. Esto trajo como
repercusión el cierre de fábricas y el desempleo masivo. La economía de varios
países entró en recesión y afrontaron una severa crisis durante la Gran Depresión. En México, a causa de la Guerra Cristera, muchos inversionistas
desconfiaron del gobierno y se retiraron. Las exportaciones, durante este
tiempo, se suspendieron y no había divisas. La Guerra Cristera afectó mucho al país en lo que
respecta a la economía. Las finanzas mexicanas dependían en gran medida de los
impuestos de petróleo, y cuando en 1926 se conjugaron factores como la
competencia comercial de Venezuela y Colombia, la sobreproducción en Estados
Unidos, la política nacionalista de México y la disminución de la producción
que provocaron la caída del petróleo.
Durante el régimen callista
se rehabilitaron ferrocarriles,
oprimidos por las deudas y los problemas laborales. Esto se pretendía desde el
primer año de su gobierno, pero se logró en parte de 1925
cuando se devolvió la administración de los ferrocarriles a las compañías
privadas. Se finalizó la obra de construcción del Ferrocarril Sud Pacífico que
unía a Tepic con La Quemada, en Jalisco. El gobierno de Calles se encargó
de darle mayor impulso al rubro de la educación. Se dio la construcción de
escuelas urbanas y rurales, se fundó el Instituto Técnico Industrial, la
Escuela Nacional de Constructores y la Escuela de Ingenieros Mecánicos
Electricistas; esos planteles serían los antecesores del Instituto
Politécnico Nacional, creado durante la presidencia de Lázaro Cárdenas.
Calles nunca se consideró asimismo como comunista, pero consideraba la revolución
como una forma de gobernar más que una posición ideológica.
El debate sobre la nueva ley
de petróleo ocurrió en 1925, con los intereses de Estados Unidos opuestos a todas las
iniciativas. En 1926, la nueva ley fue promulgada. En enero
de 1927 el gobierno de Calles canceló los
permisos de las compañías petroleras que no cumplieran y respetaran la ley.
Política
La política de calles
estableció un estado fuerte, sustentado en la ideología populista y en el
principio de conciliación de clases. En febrero de 1925, concibieron la idea de
formar una iglesia católica cismática, separada de Roma, y se puso en práctica
el propósito, ocupando la fuerza de un templo en la ciudad de México, donde se
instalo el sacerdote José Joaquín Pérez. La constitución fue reformada en sus artículos
82 y 85 con el fin de legalizar la reelección y la prolongación del periodo
presidencial a seis años, donde el general Obregón ganó las elecciones
presidenciales el 10 de agosto de julio de 1928, cuando el conflicto religioso
aún no se resolvía.
Calles prohibió la adquisición
de terrenos y bienes inmuebles por extranjeros. Con base en aquella “solución
integral”, en 1925 Calles expidió la Ley sobre Repartición de Tierras Ejidales
y Constitución del Patrimonio Parcelario Ejidal, cuyo propósito era sustituir
el sistema de explotación colectiva por un sistema de explotación colectiva que
podría ser algo como una “propiedad común con disfrute privado”.
Aplico su formación
intelectual a los planes que tenia calles acerca de una educación que formara
parte de su nueva política económica, Sáenz concibió la creación de la Escuela
Rural como una organización educativa que llegara a ocupar el lugar que la
iglesia había tenido en el pasado. La escuela llegaría a ser el centro de la
comunidad rural. En el periodo de Calles
disminuyó el número de huelgas en comparación con el cuatrienio anterior.
MAXIMATO: Emilio Portes
Gil (1928-1934)
Contexto
Del 28 de agosto al 30 de noviembre de 1928
fue secretario de Gobernación y se le designó por el Congreso, presidente
interino de la República iniciando su período el 1 de diciembre de 1928,
pues el presidente electo, Álvaro Obregón
había sido asesinado. Emilio Portes Gil asume la presidencia interina el 1 de
diciembre de 1928. Los principales aspectos de su política, eran similares a la
de sus antecesores: la reconstrucción económica, encaminada a modernizar el
país, y convertirlo en una nación capitalista, establecer definitivamente la hegemonía del Estado sobre toda la sociedad
para administrar los beneficios económicos, pretendía hacer efectivos los
postulados de la constitución y el pacto social contenido en los artículos 27 y
123.
Se dedicó a concretar su
proyecto político, o mejor dicho el proyecto de Calles, que en aquellos años no
tenia más objetivo que la “modernización del país”, es decir en el desarrollo
de la economía capitalista, lo que implicaba la consolidación del Estado
mexicano de acuerdo con modelos europeos y estadounidenses.
Sobre la educación, ocupaba
un lugar preponderante en el programa del PNR, lo cual podría explicarse,
debido a las circunstancia particulares de conflictos con la iglesia. Se
reforzaban el artículo 3º. Constitucional y se proponía que la educación se
encauzara hacia una vigorización del nacionalismo, con ciertos rasgos
socialistas y que hubiera cierta coordinación nacional de los sistemas y
programas de enseñanza.
Sobre la agricultura: Favoreció
el reparto de la tierra; aprovechó que Calles estuviera ocupado en consolidar
su poder con miras a la sucesión y repartió cerca de 2 millones de hectáreas
que beneficiaron a muchos campesinos, y fortaleció las organizaciones
campesinas. El 1° de diciembre de 1928, se da el primer paso para la
conformación del Partido Nacional Revolucionario. Con la publicación del
"Manifiesto de la Nación" se invitaba a todas las organizaciones, partidos
y agrupaciones políticas a unirse al Partido para posteriormente convocar a una
Convención Nacional para que los representantes de las organizaciones miembro
discutieran los estatutos, el programa de principios, la designación de un
candidato a la presidencia de la república, así como el nombramiento de las
personas que formarían el Comité Director del Partido.
La situación política cada
día se complicaba más; por un lado el PNR necesitaba el apoyo de los obreros;
pero por el otro el líder de la CROM lo obstaculizaba. Al luchar por su ascenso
al poder, Morones ocasionaba la enemistad de los obregonista y al atacar
continuamente al presidente provisional, desestabilizaba aún más el ambiente
político.
Pascual Ortiz Rubio
El
5 de febrero de 1930, fue su primer candidato a la presidencia de la republica
el ingeniero, comenzó su mandato en constitucional en medio de una situación d
conflicto que se manifestó el día de su toma de decisión, por lo tanto su
mandato debía de concluir en diciembre de 1934, sin embargo se vio que la tarea
era excesiva para un hombre sin gran experiencia ni fuerza política, ya que no
solo carecía de prestigio personal sino que también era débil de carácter y
todo lo termino decidiendo Calles. Su triunfo electoral fue considerado como el
mayor fraude político de la historia mexicana. El 17 de noviembre de 1929
se llevaron a cabo las elecciones presidenciales extraordinarias, organizadas por el presidente interino Emilio Portes Gil, luego del asesinato del
presidente electo Álvaro Obregón.
Y como consecuencia del atentado padeció un trauma psíquico, que le produjo una neurosis incurable después de tres semanas de
hospitalización, durante las cuales estuvo obligadamente al margen de la escena
política. Ésta siguió protagonizada por Plutarco Elías Calles
pese a sus elocuentes declaraciones de abstención política.
En
ese tiempo había un conflicto entre rojos y blancos, ya que los blancos
recibieron el apoyo de los de la dirección del PNR, esto favoreció a Ortiz
Rubio de alguna forma, pero los rojos recibieron el cambio absoluto de Portes
Gil.
Aunque
su régimen fue breve, tuvo gran importancia ya que reconoció la Segunda República
Española, expidió leyes en favor de la ciudadanía, ratificó la libertad de cultos,
delimitó los territorios peninsulares y amplió la red telefónica. Entregó la
presidencia provisionalmente a Abelardo L. Rodríguez
para después viajar hacia los Estados Unidos. En 1935
regresó a México porque el presidente en turno, Lázaro Cárdenas,
quien además era amigo suyo; lo nombró gerente de la compañía Petromex. Una vez
aquí, se ocupó de atender algunos encargos presidenciales y sus negocios
personales y se dedicó a viajar por el país.
Abelardo L. Rodríguez
En
1923
fue nombrado por Obregón, su antiguo comandante en el ejército
Constitucionalista, como gobernador
general del Territorio de Baja California, y en el puesto desarrolló
una política de recuperación de las finanzas públicas, afectadas por la rebelión de la huertista,
a la que combatió. También fomentó la educación, la construcción de carreteras, la agricultura, la industria, la reforma agraria, la construcción de
caminos y canales de irrigación, el sindicalismo y exigió que las empresas
contrataran mano de obra mexicana. Esta política la llevaría a cabo también
durante su presidencia.
Rodríguez ejerció la presidencia en calidad de
sustituto del 4 de septiembre
de 1932 hasta el 30 de noviembre de 1934,
en calidad de presidente constitucional sustituto de México, con la misma
política que tuvo en su época de gobernador de Baja California.
En
octubre de 1932 se celebró en la ciudad de Aguascalientes la Segunda Convención
Nacional Extraordinaria del PNR con el propósito de discutir el principio de
“no reelección”. Durante su presidencia
promulgó la reforma antirreleccionista a la Constitución, que evitaba la
reelección inmediata de todos los cargos de elección popular, establecida a
partir del 29 de abril
de 1933. El grupo cardenista logró que el plan que el
Plan Sexenal se convirtiera en un programa de transformación, en vez de que
tuviera el carácter conservador que quería imprimirle los callistas. Así el PNR
elaboró el programa del Plan Sexenal con los siguientes términos: en lo
económico el intervencionismo estatal, y la creación de una industria y en la
cuestión agraria el fraccionamiento de los latifundios. Además, el plan
establecía que una vez que la tierra hubiera sido distribuida, el gobierno se
empeñaría en organizar a los ejidatarios para que fueran más productivos,
poniendo a su alcance métodos modernos de cultivo.
Reformó
la Ley del Patrimonio Ejidal, creó el Banco Hipotecario y de Obras Públicas hoy
Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) uno de los pocos bancos
paraestatales, que comenzó a funcionar en febrero de 1933.
En 1943 fue elegido como gobernador de Sonora,
cargo del que tomó posesión el 13 de septiembre. Allí dedicó especial atención a
la educación; destaca en su gestión la fundación de la Universidad de Sonora.
Fundó el Banco Mexicano, el Banco Mexicano de Occidente y el Banco de Crédito
Mexicano, también Pesqueras del Pacífico, Atún Mexicano y Astilleros Rodríguez.
Durante
el Maximato no hubo cambio drástico en las relaciones, debido en gran parte a
que los gobernantes mexicanos buscaban buena disposición para afianzar sus
vínculos con el exterior a fin de atraer el capital extranjero, , la política
mexicana se caracterizo por una dualidad de poderes mucho más marcada que en la
etapa anterior. Además a pesar del respaldo indestructible de Morrow a Calles,
manifestó en su ayuda en el conflicto religioso y proporcionando el armamento
contra los escobaristas que Morrow no pudo resolver. En las condiciones que México se encontraba
con un presupuesto federal anual de poco mas de 200 millones de pesos, era
lógico que no podía pagar una deuda tan cuantiosa, así que hubo la necesidad de
considerar como propietario el pago de la deuda con el Comité Internacional de
Banqueros.
Aparte
de la deuda externa el asunto del petróleo fue otro motivo de conflicto con
Estados Unidos, en 1928 a pesar del acuerdo entre Calles y Morrow debido a sus
campañas petroleras se redujo la producción y esto hizo que las autoridades
mexicanas sospecharan que la baja provocara para que se modificara la
legislación de las empresas extranjeras. En 1934 nació petróleos de México S.A. Otro problema con Estados Unidos, derivado
también de la crisis económica, fue el de los trabajadores mexicanos emigrados
al país vecino, quienes a causa del desempeño eran allá rechazados y expulsados
a México.
La
política exterior de los gobiernos del Maximato fue de rechazo al
intervencionismo, como lo expresó el canciller Genaro Estrada. En el sector agropecuario a finales de la
década de los veintes en el sector agrícola mexicano seguía dominando la
economía de hacienda, y existía, en menor grado la pequeña propiedad. En la
minería, al comienzo del Maximato continuaba siendo la industria más importante
del país, y seguía estando controlada por extranjeros de manera predominante.
La industria petrolera estaba controlada de manera predominante por empresas
extranjeras. El sector manufacturero y el que se ocupaba de la generación de
energía eléctrica, a diferencia dl sector extractivo de la industria, se
destinaba a satisfacer la demanda interna y el valor de su producción, la
industria textil seguía estando en la cabeza como la actividad productiva más
importante del sector industrial.
Los
ferrocarriles seguían constituyéndose la columna vertebral del sistema de
transportes, sin que pudiera hablarse de un crecimiento notable en relación con
el sistema ferroviario que se construyó durante el porfiriano, el que se
extendió fue el sistema carretero, la red telegráfica. Se creó la reserva
monetaria para sostener la paridad del peso. La reforma agraria durante el
periodo del Maximato se presentaron varias etapas en el proceso de reparto ya
que Portes Gil se acelero en el reparto, Ortiz rubio disminuyo el reparto y
Abelardo Rodríguez repartió 1 060 228 hectáreas.
La
ley del patrimonio ejidal se había promulgado en diciembre de 1932 y su
propósito era acabar con el ejido colectivo al parcelar las dotaciones en lotes
individuales de una extensión determinada. El 30 de diciembre de 1933 se
reformo el artículo 27, y se promulgo la ley del 6 de enero de 1915, promulgada
por Venustiano Carranza.
En
la educación, la autonomía de Portes Gil ya que concedió la Universidad
Nacional de México, en junio de 1929. En Octubre de 1933, la Asamblea
Universitaria eligió como rector a Manuel Gómez Morín. El laicismo absoluto que
impuso Narcismo Bassols, quien convenció a Ortiz Rubio para qu expidiera un
reglamento en el que se prohibía a todo ministro o miembro de cualquier orden
religioso, de ser profesor de las escuelas primarias. En 1933 se decidió a
introducir la educación sexual. A final del año de 1934, diputados y senadores
aprobaron la reforma, que establecía el artículo 3ro Constitucional, donde la
educación que imparta el estado será socialista, y además de excluir toda
doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la
escuela organizará sus enseñanzas y actividades de forma que permita crear en
los alumnos un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.
Lázaro Cárdenas del Río
(1934-1940)
Cardenismo es el nombre de la corriente
ideológica inaugurada por Cárdenas; pero también se le llama así a la etapa en
la que gobernó México de 1934 a 1940, aunque algunos detractores
prefieren el término "Cadete". La corriente política del Cardenismo, surge así:
- El
ejército apoya el cardenismo y es leal a él, ya que le ha dado voz y voto
y el poder presidencial que Lázaro Cárdenas llega a tener, no amenaza el
poder militar, sino lo consolida, aunque a partir de Cárdenas el poder lo
ostenta la presidencia más que los generales.
- Con
los trabajadores impulsó el tema de los derechos mediante una gran
confederación de trabajadores en donde todos estuvieron unidos al Estado y
el Estado se comprometió a velar por los intereses de ellos.
- El
sector campesino y el indígena apoyan a Lázaro Cárdenas porque se les
ofrece y entrega la reforma
agraria.
- A
los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.
- A la
iglesia la incluyó en su proyecto
Parecía que el Maximato inauguraba un periodo más
en el que Calles controlaría el poder político, como lo había hecho hasta
entonces dejando al presidente un papel de mero administrado, al igual que
muchos creyeron que Cárdenas sería tan débil como lo había sido Ortiz Rubio.
Cárdenas dio a entender que su gobierno estaría apoyado en las masas populares
y que intervendría en la vida económica del país para alcanzar un desarrollo
con justicia social, y para resolver “las necesidades que pudo ni quiso atender
la iniciativa privada” y sus primeros meses en su gobierno fueron muy
difíciles.
En la agitación religiosa persistía el antagonismo
ideológico y en muchas ocasiones se volvió a manifestar con peligrosa
violencia. México se llegó a encarcelar al arzobispo Pascual Díaz, acusado de
haber violado la Constitución al portar hábitos religiosos fuera de los templos
y al aceptar limosnas de los fieles. Cárdenas no estaba todavía en condiciones
de oponerse abiertamente a los poderosos amigos de Calles, pero no hizo causa
común con ellos y gradualmente aplicó ciertas reformas económicas y sociales
que le permitieron ir ganando el apoyo de las masas populares, cansadas del
incumplimiento de las promesas callistas y de los abusos cometidos por los
protegidos del Jefe Máximo.
En la agitación laboral, desde el gobierno de
Abelardo Rodríguez el movimiento obrero había aumentado el número de huelgas y
se había iniciado una lucha por el control del sector. El 14 de junio el
presidente respondió a las declaraciones de Calles expresando que nunca había
aconsejado las divisiones mencionadas por éste, justifico las huelgas y
manifestó su plena confianza en las
organizaciones obreras y campesinas. El 15 de junio de 1935 aparecieron
publicados en la prensa las declaraciones que Calles efectuara al ser
entrevistado por un reportero, donde el ex -presidente hacia un llamado al
gobierno para reprimir al movimiento obrero. Después del cardenismo, la
agricultura mexicana no volvería a ser la misma, la gran propiedad heredada de
la Colonia y afianzada en el siglo XIX, fue trastocada en su médula por virtud
de la reforma agraria
que se impulsó desde la presidencia de la República.
El gobierno de Cárdenas salió fortalecido por
la crisis de junio, ya que recibió el apoyo de la mayoría de los integrantes
del grupo en el poder. Cárdenas aceleró el proceso de unificación del
movimiento obrero hasta llegar a la creación de la Confederación de
Trabajadores de México (CTM). La CTM, organizada a principios de 1936, junto
con la CNC, se convirtió en un pilar del cardenismo, aunque la base no llegó a
mostrar la incondicionalidad del movimiento campesino, los organismos obreros
sostuvieron la candidatura de quien Cárdenas había designado como sucesor, el
general Ávila Camacho.
La “lucha de Calles” se entendía como una
lucha constructiva y no destructiva como lo proponía el comunismo; lo que se
pretendía era el justo equilibrio entre las dos clases. La Confederación de
Trabajadores de México, en la cual se fusionaron la gran mayoría de las
agrupaciones obreras, mientras que la CROM y la CGT, contrarias a la nueva
central iban quedando regaladas. El estado fuerte que se proponía edificar era
incompatible con la existencia de industrias y empresas extranjeras en los
sectores clave de la economía. Por ello, el nacionalismo habría de ser el elemento
constitutivo del Estado mexicano en tiempos de Cárdenas, aun cuando debe
admitirse.
En
torno al desarrollo económico del país, Cárdenas llegó a considerar que estaba
en la posibilidad de optar entre dos alternativas para ese desarrollo, imitar
la estrategia del modelo capitalista seguido por las sociedades
industrializadas o intentar un camino diferente que combinara el crecimiento de
la producción con el desarrollo de una comunidad más integrada y más
equitativa. La utopía propiamente cardenista, consistiría en tratar de ir más
allá del keynesianismo o del fascismo, sin desembocar en el modelo soviético.
La primera acción en aquella obra fue la nacionalización de los ferrocarriles,
en junio de 1937.
El
deterioro repentino de la economía en 1938 fue resultado directo de la crisis
petrolera. La expropiación petrolera de ese año no sólo afectó a los
exportaciones de combustibles, en junio de 1936 se reunió el primer Congreso
del Sindicato Único de Petroleros con el fin de exigir a las compañías la firma
de un contrato colectivo, declarando que en caso de que las empresas
mantuvieran la actitud hostil que mostraban hacia los trabajadores, éstos este
declararía en huelga. La huelga se levanto el 9 de julio y el 18 de
marzo de 1938 Cárdenas anunció que se aplicaría “La ley de expropiación a los
bienes de las compañías petroleras por su actitud rebelde”. Sino que, arrastró
tras de sí también las ventas de minerales y detuvo las inversiones del sector
privado de la economía.
La actividad agropecuaria y
la exportación de minerales y petróleo, se vieron sometidos a una dura prueba.
El país asistió a un principio de sustitución de importaciones a la vez que al
uso intensivo de la capacidad instalada. La política gubernamental favoreció el
aumento de su uso a cerca del 100%. El estado asumió nuevas funciones: “Estado
activo”, involucrado directamente en la producción y creación de
infraestructura.
Cuando Cárdenas asumió la
presidencia, la producción de petróleo, aunque baja respecto al pasado, comenzó
a crecer nuevamente. El esfuerzo mexicano por colocar su petróleo en los países
del Eje y en América Latina permitió que las ventas al exterior subieran. A
partir de entonces y por muchos años la producción de PEMEX se destinaría
básicamente a cubrir el mercado interno, en el corto plazo, el petróleo dejó de
ser un proveedor de las necesarias divisas extranjeras. Cárdenas adoptó una
línea bastante clara con relación al movimiento obrero. Tomó el Plan Sexenal, y
apoyó la cláusula de exclusión y el rechazo de “sindicatos blancos”. Este
proyecto, llevó a Vicente Lombardo Toledano y a la CGOCM a encabezar, un bloque
de organizaciones sindicales de respaldo activo a la política del presidente.
El Pacto de Solidaridad tenía por objeto neutralizar las presiones del callismo
y sentar las bases de un magno congreso obrero y campesino del cual pudiera
surgir una central única de todo el movimiento laboral, la nueva organización
debería aceptar como premisa la existencia de la lucha de clases y la
imposibilidad de la cooperación con la clase capitalista.
En el norte, llevó a cabo la
Reforma agraria, planeada originalmente por
Emiliano Zapata. Este reparto es
considerado por muchos como el más grande del siglo en la historia de México.
Durante el sexenio del general Lázaro Cárdenas del Río fueron repartidas 18
millones de hectáreas a las comunidades y ejidos. De esta manera, aumentó a 25
millones de hectáreas la cantidad de tierras en el sector social (es decir, las
parcelas que se encontraban fuera del régimen de propiedad privada). El objeto
del reparto agrario lanzado durante el gobierno de Cárdenas buscaba no sólo la
satisfacción de una demanda popular plasmada en la constitución de 1917, sino la formación de
pequeñas unidades productivas, con capacidad de autosuficiencia alimentaria. La
unidad básica del modelo de reforma era la conformación de ejidos. Se trata de
una dotación de tierras que eran entregadas a un núcleo de población para que
las aprovecharan de la manera que consideraran conveniente. Además de la
repartición de tierras y el financiamiento monetario, la reforma agraria del
Cardenismo incluía el establecimiento de un sistema educativo que permitiera la
formación de profesionistas técnicos que ayudaran al desarrollo de los ejidos.
Sin embargo, el plan de formación técnica, como el financiamiento, no pudieron
llegar a resarcir el rezago del campo mexicano totalmente. El plan del
Cardenismo sólo funcionó en ciertas regiones, aquellas que como la Comarca Lagunera
o el valle del río Yaqui contaban con riego y tierras fértiles.
Casi al final del periodo
cardenista surgió el Partido Acción Nacional (PAN) organizado por Manuel Gómez
Morín que fue el 14 de septiembre de 1939.
Manuel Ávila Camacho (1940-1946)
Política gubernamental
La unidad nacional frente al divisionismo político
Como
una muestra más de que la Unidad Nacional pretendía erradicar los divisionismos
políticos, el 15 de septiembre
de 1942, Ávila Camacho convocó una Asamblea de
Acercamiento Nacional, a la que fueron invitados todos los ex presidentes: Adolfo de la Huerta,
Plutarco Elías Calles,
Emilio Portes Gil,
Pascual Ortiz Rubio,
Abelardo L. Rodríguez
y Lázaro Cárdenas.
El hecho de reunir en un mismo evento a estos personajes – que a pesar de
militar en el mismo Partido de la Revolución, tenían profundas diferencias
ideológicas entre sí – llevaba la intención de hacer público el logro de la
Unidad Nacional, y de que tal acontecimiento sirviera de ejemplo para quienes
aún persistían en la discordia.
Política económica
El
gobierno Ávila camachista se favoreció debido a su aportación de materias
primas agrícolas y minerales para la producción de materiales de guerra. A
cambio, recibió maquinaria, herramientas, capitales y créditos, que activaron
la industria, la agricultura y la minería. De esta manera, el modelo económico
capitalista favoreció a la burguesía,
que se convirtió en una clase poderosa y rica. También usó el modelo de
sustitución interna. La moneda se devaluó y provocó una crisis inflacionaria.
Política agraria
La
política agraria cardenista consistía en favorecer a la propiedad privada, por
considerarla más productiva que el ejido, pero no tuvo seguimiento ya que el
ejido dejó de ser prioritario y se benefició a los terratenientes que
recibieron tierras con sistemas de riego, canales, presas, etc. En cuestión de
la minería se había empezado a recobrar de la caída que sufrió en 1930, para
que en 1937 se encontrara en una recuperación aunque no llegara a alcanzar lo
más alto como en 1929. En el segundo plan sexenal se contemplo a la minería y
buscaba estimular a los empresarios mexicanos, a los mineros en pequeño y aa
las cooperativas. Se amplió la extensión de tierras en propiedad con carácter
de inafectable, por tanto, el reparto agrario quedó suspendido. La Confederación
Nacional Campesina (CNC) fue un instrumento del Estado y el
campesino fue despojado de sus tierras. De esta manera esa central campesina
apoyaba la política gubernamental, con la que se le llamo el presidente
caballero.
Política obrera
Educación, ciencia y cultura
En
la gestión de Ávila Camacho se canceló la educación socialista, la CNC agrupó
al magisterio rural; se creó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE), que agrupó a la totalidad del personal que laboraba dentro
del sistema educativo nacional. Así, la educación y la instrucción
fortalecieron la economía, al preparar a individuos para el trabajo eficiente y
productivo. El gobierno permitió instituciones educativas privadas y con
tendencias religiosas, que proliferaban; se incrementó la matrícula así como
las instalaciones en todos los niveles educativos.
Obras públicas
Se
amplió la red de carreteras para conectar ciudades importantes, se construyeron
vías férreas en diversos lugares de la República Mexicana,
se ampliaron las redes de correo y telégrafos, las transmisiones de radio
llegaron a un auditorio más numeroso, se edificaron obras de riego: como presas
y canales de riego. Una de las principales empresas a cargo era Techo
Eterno Eureka, se impulsó la campaña alfabetizadora. También se
fundó la Secretaría de Trabajo.
Miguel Alemán Valdés
(1946-1952)
Política económica
Se
modificó el artículo 27 constitucional, en el cuál se otorgó mayor extensión
para la pequeña propiedad haciendo que los grandes propietarios incrementaran
su patrimonio. Sin embargo, esa política no favorecía en lo más mínimo a los no
letrados. Nombró como Secretario de Hacienda y Crédito Público durante todo su
mandato a Ramón Beteta Quintana.
Alemán
Valdés otorgó el voto de la mujer en las elecciones municipales por primera vez
en México en 1953. La industria manufacturera cuya modernización y crecimiento
eran objetivos prioritarios de su gobierno, mientras que en las demás
industrias como la minera, petrolera y eléctrica no hubo transformaciones.
Política
El
régimen alemanita concilió los intereses entre los empresarios y trabajadores, con el propósito de
que olvidaran la lucha de clases y se propiciara el desarrollo del capitalismo,
con la promesa de que ambos sectores saldrían beneficiados económicamente. El
partido oficial (PRI)
organizó la CNOP (Confederación Nacional de Organizaciones Populares) cuyo fin
era el coordinar al sector popular. También la clase gobernante se repartía sus
cuotas de poder, diputaciones, gubernaturas y otras para cuidar sus intereses.
La deuda externa se incrementó a 346 millones de
dólares, porque el gasto público aumentó, faltaron inversiones en áreas
productivas y el gobierno recurrió al crédito externo. Como resultado, el peso
fue devaluado un 90% y se cotizó a $8.65 pesos por dólar.
Obras Públicas
Durante
su periodo presidencial, el país aumentó considerablemente su red de
carreteras, vías férreas
y obras públicas; se mejoraron los sistemas de riego y creció el reparto agrario.
También se favoreció la inversión privada. En la Ciudad de México
el crecimiento de ciudades se aceleró, destacándose la construcción de unidades
multifamiliares para los empleados de gobierno. Se diversificaron las
industrias automotrices, de motores y electrodomésticos y cadenas hoteleras.
Impulsó el turismo y sobre todo el puerto de Mazatlán.
Política educativa (educación)
Se
reformó el artículo 3° de la Constitución, se emprendieron campañas para
contrarrestar el analfabetismo, se crearon la Dirección General de Enseñanza
Normal, el Instituto Nacional de Pedagogía, el Instituto Nacional de Bellas
Artes y Literatura y el Colegio Técnico de Educación Superior e Investigación
Científica. También se inauguraron las primeras instalaciones de la Ciudad
Universitaria, sede principal de la máxima casa de estudios del
país. Miguel Alemán se reunió en Chihuahua, en el Palacio de Gobierno, con el
primer dirigente de la sección 42 del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación), Arnulfo Acosta Ochoa pidiendo la nivelación de salarios con
los maestros federales. Fue un gran impulsor de la cultura en México y apoyó y
auspició a grandes artistas en su momento como fueron David Alfaro Siqueiros,
Octavio Paz, entre otros muchos notables artistas
mexicanos.
Política obrera
Esta
política fue represiva, anti obrera. Las manifestaciones obreras que fueron
reprimidas por la fuerza pública, tuvieron su origen en el bajo y escaso
salario y la antidemocracia sindical, pues el gobierno imponía líderes
“charros”, es decir, ilegítimos y corruptos.
Adolfo Ruiz Cortines
(1952-1958)
Al
iniciar su gobierno, el presidente Ruiz Cortines envió una iniciativa de ley
para reformar el artículo 34 de la Constitución, con la finalidad de reconocer el
derecho de las mujeres al voto, lo que ocurrió en 1953.
A efecto de promover medidas para resolver la necesidad de casas habitación,
creó el Instituto Nacional de la Vivienda; dio estímulos a la industria, particularmente a la mediana y pequeña;
puso las bases para el desarrollo de la petroquímica e impulsó la creación de empleos.
En
1954
surgieron problemas económicos debido a la ley antimonopolio a la creación de
CEIMSA, a que los empresarios no querían invertir en México eso derivaba a las
fugas de capitales y no se podían crear empleos. Todo esto llevó al pueblo
mexicano a la incertidumbre, eventos que concluyeron en la devaluación del 17 de abril de 1954
durante la Semana Santa.
Adolfo
Ruiz Cortines fue el último presidente que participó en la Revolución Mexicana.
Luego de su administración, presidió la Comisión Fideicomisaria de Metales no
Ferrosos y la Nacional Financiera. Se retiró a la vida privada después de la
muerte de su hijo en 1962 y no volvió a intervenir en la política
nacional. Murió en el puerto de Veracruz el 3 de diciembre de 1973.
El presidente en turno Miguel Alemán
tenía la idea de reelegirse o de extender su mandato presidencial, tal y como
lo hiciera Plutarco Elías Calles.
Cuando los generales Lázaro Cárdenas
y Manuel Ávila Camacho
en voz de Abelardo Rodríguez
declararon el 3 de agosto
de 1951 para “Excélsior” que no creían que “sea conveniente para el país la ampliación
del periodo presidencial ni la reelección.”
Ruiz
Cortines ocupó la silla presidencial a los sesenta y dos años de edad. Tomó
posesión del cargo la mañana del lunes 1 de diciembre de 1952
en una ceremonia austera, principal característica de él, celebrada en el Palacio
de Bellas Artes convertido en recinto oficial. Después de la
ceremonia resonaron veintiún cañonazos y a las 12:30 p.m. inició un desfile militar en el que quince mil hombres,
entre los que destacaban cadetes del Colegio
Militar, desfilaron por las principales avenidas de la capital rumbo
a la Plaza
de la Constitución, hasta llegar al balcón central del Palacio Nacional.
Ahí Ruiz Cortines se encontraba acompañado de su gabinete, las delegaciones y
embajadas extranjeras que vinieron a la ceremonia, representantes de los
poderes Legislativo y Judicial y altos jefes del Ejército y la
Armada. La Catedral
Metropolitana de la Ciudad de México hizo sonar sus campanas.
Durante dos horas sobrevolaron la ciudad dieciséis escuadrillas y dos
escuadrones de la Fuerza Aérea Mexicana
para mostrarle su apoyo al nuevo presidente.
En
su discurso inaugural, Ruiz Cortines habla sobre la justicia social. Recordó la
"escasez de los recursos
nacionales y la necesidad de usarlos con razonada moderación."
Destacó las carencias de los ciudadanos y habló de un plan de emergencia "para poner al alcance del pueblo el
maíz, el frijol, el azúcar o el piloncillo, las grasas comestibles, la manta,
la mezclilla y el percal" y afirmó que sus colaboradores "se sujetarían a patrones de honestidad
administrativa y preocupación patriótica más rígidos que nunca."
Movimiento ferrocarrilero
El
movimiento ferrocarrilero fue el de mayor importancia durante su
administración. Los trabajadores estaban cansados de los métodos represivos que
Jesús Díaz de León, secretario general del Sindicato de Trabajadores
Ferrocarrileros de la República Mexicana,
implementaba para reprimir cualquier oposición y porque sus salarios habían
disminuido 1.35% entre el sexenio comprendido de los años de 1951
a 1957.
En
1958,
los ferrocarrileros inconformes crearon la Gran
Comisión de Salarios, en la que comenzó a destacar el representante de la XII
Sección del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Petróleo, Demetrio Vallejo. La Comisión chocó con el Comité
Ejecutivo del sindicato, ya que mientras éste exigía $200 pesos
de incremento salarial, la oposición pedía $350.57 Al final. el gobierno de Ruiz Cortines
decidió dar $215 pesos de aumento; la Gran Comisión y el Comité Ejecutivo
decidieron aceptar.
Política educativa (educación)
En
su gobierno se construyeron planteles educativos en varios sitios del país y se
hicieron campañas para erradicar el analfabetismo; pero el atraso educativo nunca se
resolvió. La insuficiencia del gasto federal en materia de educación durante su
sexenio para coordinar a los estados y municipios, motivó a que el 26 de junio de 1957
se creara el Consejo Nacional Técnico de la Educación.
El
SNTE se separó del sindicato controlado por la CTM
y creó el Movimiento Revolucionario del Magisterio. Aprovechando que se
acercaban las elecciones presidenciales, en 1958
comenzó la movilización en busca de las mejoras salariales y del reconocimiento
del MRM dentro del SNTE.
Los
maestros, encabezados por Othón Salazar, se posesionaron del edificio de la Secretaría
de Educación Pública por unos meses. Ruiz Cortines, como consejo de
su esposa, tomó la decisión de dar la orden de que persona que saliera, ya no
entraba. No habían podido desalojar antes porque los maestros entraban y salían
libremente.
Economía
Ruiz
Cortines dio un gran impulso a la industria, tal y como había sucedido en
administraciones anteriores. En 1954 se destinó un presupuesto al
sector paraestatal del 20.2%, se les brindaron facilidades fiscales a las
empresas privadas, lo que permitió elevar considerablemente extensiones e
impuestos, lo que redujo el ISR y otros subsidios de menor
trascendencia. Además se estableció que no se pagarían impuestos respecto a los
sueldos de $300 pesos mensuales, con el fin de mejorar el ingreso de los
compradores de productos mexicanos. Se aplicaron medidas financieras que
permitieron aumentar la disponibilidad de las instituciones de crédito de
depósito y, como consecuencia, su capacidad de otorgar créditos. Se estableció
en 1954 el Fondo de Garantía y Fomento para las
medianas y pequeñas industrias. Se creó la Financiera Nacional Azucarera, cuyo
objetivo era impulsar la industria del azúcar.
Se
estableció el Consejo de Fomento y Coordinación de la Producción Nacional,
encargado de coordinar la política económica del gobierno con la iniciativa
privada, para mejorar la economía nacional. En febrero de 1954,
se elevó en un 25% los impuestos a las importaciones y limitando la importación
de artículos lujosos; y se modificó la tarifa del impuesto general de
importaciones con el propósito de ajustarlo a las necesidades de las empresas
nacionales.
Con
la política de fomento a la industria, el
gobierno de Ruiz Cortines logró ponerle fin a la espiral inflacionaria,
logrando que México entrara a la etapa del “desarrollo estabilizador”, triunfo
que causó gran sorpresa a nivel internacional y que fue considerado como el
“milagro mexicano.” La situación de la economía comenzó a cambiar negativamente
hacia fines del año de 1956, debido a que, junto con la inversión extranjera
directa había entrado el capital especulativo. Como resultado, el último año
del sexenio se caracterizó por las manifestaciones de las clases trabajadoras
por el alto costo de la vida.
Sin
embargo, el gobierno de Ruiz Cortines logró cimentar las bases de una política
económica que sería decisiva para el desarrollo capitalista de México en el siguiente decenio. En la Semana Santa de 1954,
el 17 de abril Ruiz Cortines devaluó el peso de $8.50
a $12.50 por dólar. La nueva paridad estaba subvalorada, pero el presidente
decía que “no quería pasarse el sexenio devaluando”. La siguiente devaluación
sería hasta 1976. El gobierno tomó la decisión de devaluar en
los días santos debido a que los bancos permanecerían cerrados y con ello se
evitaba la compra descontrolada de dólares
Adolfo López Mateos
(1958-1964)
Para
el 17 de noviembre de 1957, el Partido
Revolucionario Institucional postuló a López Mateos como candidato a
la presidencia de la República. Con 6 767 754 votos a favor, Adolfo López
Mateos se convirtió en el nuevo presidente de México.
La ceremonia de entrega y recepción de la banda presidencial se efectuó en el Palacio
de Bellas Artes el 1 de diciembre de 1958. Durante su discurso de
toma de posesión fue notoria la habilidad de orador del nuevo mandatario que
pidió al pueblo mexicano que le acompañara contra las desigualdades sociales.
En 1962, México declaró que la política de Cuba era “ajena a las aspiraciones y
valores de los pueblos latinoamericanos”.
La
reforma electoral buscó extender el equilibrio hacia el proceso electoral,
instituyendo una reforma a la Ley
Electoral por la que se permitía a los partidos tener representantes en la
cámara de diputados. En la labor legislativa se reformaron varios artículos de
la Constitución en lo referente en aprovechamiento a los recursos naturales,
servicios públicos, y seguridad social, impuestos, obras públicas, protección a
la infancia y fomento económico.
Política económica
Con el presidente
estadounidense Lyndon B. Johnson
(izquierda) develando la nueva demarcación de la frontera tras la devolución
del Chamizal.
El
país tenía problemas económicos; entre ellos el déficit en la balanza
comercial, es decir, las compras en el exterior superaban a las ventas. Por lo
anterior, el 27 de septiembre 1960 se nacionalizó la industria eléctrica y fue
creado el organismo descentralizado denominado "Compañía Mexicana de Luz y
Fuerza" o Compañía
de Luz y Fuerza. Así, la generación de electricidad, hasta entonces
controlada por empresas extranjeras como The Mexican Light and Power Co., pasó a manos del
gobierno. Además, se decretó el derecho del trabajador sobre una parte de las
ganancias. También se estableció que los trabajadores recibieran un aguinaldo a finales de cada año. Éste se recibiría
con base en los días trabajados. Durante su mandato la economía estuvo en auge
gracias al secretario de hacienda Antonio Ortiz Mena.
Política educativa y cultural
Obras públicas
Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970)
El gobierno de Díaz Ordaz
fomentó el desarrollo económico de México, siguió el modelo del
"desarrollo estabilizador". El tratado de Tlatelolco fue firmado en
febrero de 1967 por los delegados de 21 países.
En 1967, se firmó en la
capital de la República, bajo su auspicio, el denominado Tratado de
Tlatelolco, del que habría de surgir el Organismo para la
Proscripción de Armas Nucleares de América Latina (OPANAL). Durante su mandato,
se enfrentó con dureza a los movimientos sociales, especialmente los
estudiantiles, gestados dentro de la Universidad
Nacional Autónoma de México y el Instituto
Politécnico Nacional, por lo que ordenó desarticular las huelgas
estudiantiles que culminaron en la matanza
de la Plaza de las
Tres Culturas (Tlatelolco, ciudad de México), siendo el responsable
intelectual junto con sus Secretarios de Gobernación (Luis Echeverría Álvarez)
y de la Defensa Nacional (Marcelino
García Barragán), del asesinato y desaparición de varias centenas de
estudiantes el 2 de octubre de 1968,
poco antes del inicio de los Juegos
Olímpicos que se celebraron en la Ciudad de México.
El 1 de diciembre de 1970
le sucedió en la presidencia el que había sido su primer secretario de
Gobernación, Luis Echeverría Álvarez.
En abril de 1977 se le nombró embajador en España, al reanudarse las relaciones
diplomáticas entre ambos países, tras 38 años de interrupción de las mismas, a
raíz de la instauración del régimen franquista. Pocos meses después, renunció a
su cargo, Además fue cuestionado por su supuesta relación sentimental con la
actriz y cantante Irma Serrano.
Sobre el control férreo que ejerció sobre los medios de comunicación durante su
mandato.
Luis Echeverría Álvarez
(1970-1976)
Contexto
En la década de los setenta México se había hecho
merecedor de un gran prestigio en los círculos internacionales financieros y de
negocios, en el crecimiento económico por el “milagro mexicano” logrando a
fines de los años cincuenta, la solidez monetaria y la apertura de crédito
exterior, eran algunas de las bases de ese prestigio y, de hecho una de las
pruebas de aquella visión exitosa que se tenía sobre México en el exterior, fue
la aceptación del Comité Olímpico Internacional para que fuera celebrada en el
país la XIX Olimpiada.
Desde su campaña presidencial Luis Echeverría se propuso
a abrir canales de comunicación con los sectores sociales resentidos por el
movimiento de 1968, en particular con los intelectuales, universitarios y
grupos descendientes de la izquierda. Echeverría se rehusó desde un principio a
utilizar terminologías radicales de “izquierda o de derecha”, sino que se proyectaría
hacia “arriba y adelante”. La tendencia del nuevo gobierno llevaba la intención
de volver el equilibrio del régimen sostenido en el binomio
populismo-capitalismo, como un medio.
Echeverría apoyó la intervención del Estado en todas las
esferas de la economía, adjudicando a la inversión pública un papel relevante
en el futuro económico del país. El discurso, estaría lleno de referencias por
lo general, y llamados a aquel sector de la iniciativa privada que, debería de
constituirse en el aliado más efectivo en la instrumentación del proyecto
económico estatal. En el marco de esos acontecimientos, en junio de 1917
Echeverría se propuso llevar a la práctica la idea de la “alianza popular” con
la creación de la Comisión Nacional Tripartita.
La simultánea presencia de dos aspectos estructurales: un
sistema político de masas, iniciado con el caudillismo popularista de Obregón y
prolongado hasta el periodo Cardenista dejando aparte el personalismo callista.
Y una economía capitalista, constituyo una contradicción que el mismo Obregón
consiste quizás de los posibles efectos negativos de tal contradicción, tratara
de suavizar mediante la estrategia popularista de la “conciliación de las
clases”.
El binomio populismo-capitalismo condujo a que la
relación entre el Estado y las masas fueran, al mismo tiempo tanto de alianza y
apoyo por un lado, como de control y manipulación con el otro. La hegemonía del
Estado mexicano, como el liderazgo ideológico de la sociedad por parte de la
burocracia político militar que tomó a su cargo el aparato estatal a partir de
1917, fue construida sobre cuatro demandas que habían servido de fundamento a
la lucha revolucionaria: 1) redistribución de las tierras; 2) creación de
sindicatos obreros; 3) extensión de educación a las masas; y 4) cumplimiento de
principio de no reelección.
El
10 de junio de 1971
tuvo lugar una manifestación estudiantil en la Ciudad de México en apoyo a los
estudiantes de Monterrey. Éstos fueron recibidos por un grupo paramilitar al servicio del estado, llamado
"Los Halcones". Dicho movimiento estudiantil puede
considerarse como la culminación de una tendencia que se generó en los años
cuarenta: con el apoyo creciente de los Estado a las actividades empresariales,
al mismo tiempo que declinaban las alianzas con las masas y con los sectores
medios de población. El presidente se desligó de los hechos y pidió la renuncia
del entonces jefe del Departamento
del Distrito Federal, Alfonso Martínez
Domínguez. Estos hechos se conocieron con el nombre de El halconazo o la Matanza del Jueves de
Corpus.
Desde
el inicio de su administración, Luis Echeverría intentó distanciarse de su
responsabilidad en la represión al movimiento estudiantil de 1968, mediante un
discurso de apertura hacia los jóvenes universitarios; en especial con los de
la UNAM.
Durante 1968 y 1971 el presupuesto de la UNAM creció en 1,688% el sector burócrata aumentó de 600,000 en 1972 y a
2.2 millones en 1976, empleando en gran cantidad a egresados universitarios de
los 60. En el gabinete había un 78 por ciento de egresados de la UNAM,
inclusive un líder del 68, llamado Francisco Javier Alejo,
fue designado director del Fondo de Cultura
Económica. Y en todo el año de 1972 el enfrentamiento entre los
empresarios y el gobierno giraba en torno a cuatro puntos: la política fiscal,
la política obrera, el papel de Estado de la economía y el conjunto de medidas
aprendidas por Echeverría. Para reconciliarse con los grupos de izquierda en un
intento del gobierno por hacer realidad la anunciada abertura democrática.
Así
el gobierno fomento a mediados de 1973, la demanda obrera de la semana de 40
horas, al conceder esta prerrogativa a los obreros y empleados del sector
paraestatal y a los trabajadores bancarios.
Realizó viajes a países de Europa, África y América
Latina. Su gobierno fue muy cercano a los regímenes socialistas de Chile y
Cuba. Dio asilo a Hortensia Bussi, esposa del presidente chileno Salvador Allende, cuando éste murió en 1973
después de ser derrocado por el golpe de Estado de Augusto Pinochet. También dio asilo político a gran número de exiliados provenientes de las dictaduras
de América del Sur. Pero tuvo mano dura con los movimientos de izquierda
nacional. Realizó la llamada Guerra Sucia, durante la cual una gran cantidad de personas fueron torturadas y
desaparecidas. Durante su gobierno murieron los guerrilleros Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.
Al apogeo de su sexenio se desató una ola de secuestros y asaltos a bancos por grupos guerrilleros de izquierda. El caso más famoso fue el
intento de secuestro y asesinato del empresario regiomontano don Eugenio Garza Sada, el secuestro de uno de sus secretarios y de su
suegro. Para 1975, la situación guerrillera había sido neutralizada, y se creó
un ambiente favorable para una amnistía para los
encarcelados bajo su sucesor.
Política
Exterior
La
nueva política tendría como fundamento central el principio del pluralismo
ideológico destinado a diversificar las relaciones internacionales de México,
es decir, buscar el acercamiento con diversos países, sin importar la
orientación política seguida por sus respectivos gobiernos. La guerra fía
empezaba a decaer ante el surgimiento de un enfoque más tolerante en las
relaciones internacionales.
Proyecto
de Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, que Echeverría
concebía como instrumento destinado a defender las economías de los países en
desarrollo. No podía ser acusado, ni en México ni en el exterior, de apoyar un
régimen antidemocrático y en cambio podría obtener la aprobación de los
sectores “progresistas”, nacionales y extranjeros, por ayudar a un gobierno
empeñado en llevar a cabo reformas estructurales.
Un
mar patrimonial o zona económica exclusiva hasta una distancia de 200 millas
náuticas de la línea costera. Esto significaba ejercer la soberanía sobre todos
los recursos naturales, renovables o no renovables, de los fondos marinos,
incluido su subsuelo y de las aguas suprayacentes. Su gobierno se caracterizó
por un menor crecimiento de la economía, persiguió no obstante una política
laboral relativamente favorable en lo que respecta a salarios y prestaciones.
Economía
Al
iniciarse la década de los años setenta la imagen que se tenía de México en el
ámbito económico internacional era la de un país privilegiado que destacaban
entre las naciones en vías de desarrollo. Su crecimiento económico general, la
solidez de su moneda, la solvencia de su crédito además de su estabilidad
política interna, eran signos manifiestos de que podía ser considerado como un
país en camino hacia el progreso.
La
industria se desenvolvía sin una agricultura que le diera sustento sólido, con
creciente penetración del capital extranjero, con un fuerte grado de
concentración de la propiedad, con múltiples súbditos y desmedida protección, y
con un grado limitado de eficiencia que no le permitía competir con industrias
foráneas.
Aunado
a la crisis internacional provocada por la escasez de petróleo, aumentó de
forma considerable el gasto público, emitiendo papel moneda sin valor
y contratando deuda. Durante su mandato se dio la primera crisis económica desde el inicio del llamado
"Milagro Mexicano".
Además, se lanzó a la compra de empresas al borde de la quiebra
para sostener los empleos, pero a costa de ineficiencias y corrupción. Durante su gobierno se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de $ 12.50 por
dólar, al final de su sexenio llegó a los 20 por dólar. La deuda externa
aumentó de los manejables 6,000 millones de dólares que había heredado Díaz
Ordaz a más de 20,000 millones.
Sociedad
y cultura
Como
contrapartida del Pacto de Ocampo se organizó la central independiente de
Obreros Agrícolas y Campesinos CIOAC), con el propósito de defender y organizar
a los campesinos, lograr la sindicalización independiente de los trabajadores,
llevar el reparto agrario a su culminación, y derogar el amparo agrario en
virtud de que éste sólo favorecía a los grandes propietarios agrícolas.
Se
crearon un sin números de instituciones orientadas en su mayoría a proteger o
ampliar los ingresos de los trabajadores. En mayo de 1976 se creó el Frente
Nacional de Acción Popular (PNAP) formado por diferentes sectores obreros que
pretendían formar un bloque unido e independiente del gobierno, que le
permitiera hacer frente a la crisis.
En
1970 los salarios promedio eran inferiores a los de los petróleos y en 1976 s
veía claramente que los habían superado. La oposición peligrosa de aquellos
momentos provenía del sector empresarial que enfrentaba un nuevo conflicto con
el gobierno, tras la expropiación de terrenos del Valle del Yaqui.
Educación
Echeverría
dedicó un especial y significativo empeño hacia la Educación en un esfuerzo por
atraerse la símpatia, sino el apoyo de los estudiantes, incluso de los
profesores universitarios, con el propósito de recuperar la legitimidad que
había perdido del grupo en el poder con las acciones representativas de aquella
“noche de Tlatelolco”.
Anunció
el proyecto de una reforma educativa profunda e integral, en todos los niveles,
que habría de requerir la colaboración de maestros, alumnos y diversos sectores
sociales. Su idea era la creación de nuevas instituciones y la expedición de
nuevas leyes. El 27 de noviembre de 1973 se expidió la Ley Federal de Educación
en la cual se definía la educación como medio fundamental para adquirir,
transmitir y acreditar la cultura,
Se
remarcaba la importancia de la educación extraescolar mediante la cual se
impartiera la instrucción elemental, media y superior. La nueva ley establecía
que la educación debía corresponder a la etapa de cambios que vivía el país. La
enseñanza media básica (secundaria) se formuló un programa por área y otro por
asignaturas mediante el cual se pretendía “ofrecer los fundamentos de una
formación general de pre-ingreso al trabajo y para el acceso al nivel inmediato
superior.
La
reforma educativa estableció un sistema de enseñanza abierta en varios niveles;
primaria para adultos, licenciatura para maestros, preparatoria abierta. Entre
1971 y 1975 se celebraron cinco reuniones más de la cual surgió un conjunto de
acuerdos: la educación debe implementarse conforme a un concepto integral,
contribuye a la formación de los cuadros calificados, la enseñanza superior
tiene la triple tarea de docencia, investigación y difusión cultural.
José López Portillo
(1976-1982)
Contexto
Inicio
su mandato presidencial en medio de un ambiente de incertidumbre y bajo el
impacto psicológico de la devaluación decretada por su antecesor. López
Portillo se dedicó a tranquilizar los ánimos de los empresarios y a presentar sus
gobiernos como un régimen de conciliación.
Rodeado
de la polarización y el desorden legados por la administración de Luis
Echeverría, el 1 de diciembre
de 1976 José López Portillo tomó posesión como presidente de México y pronunció
un impecable discurso que le ganó apoyos y confianza por su interés
conciliatorio y el abandono de la retórica demagógica y grandilocuente que
primó en todo el sexenio anterior. Su proyecto de gobierno se dividía en tres
partes: dos años de recuperación, dos de consolidación y dos de crecimiento
acelerado, y para lograrlo urgía superar las discrepancias y avanzar:
"Hagamos una tregua inteligente para recuperar nuestra serenidad y no
perder el rumbo [...] podemos hacer de nuestra patria un infierno o un país
donde la vida sea buena". Enseguida, pidió un emocionado perdón a los
desposeídos y marginados por el fracaso del Estado en acertar a "sacarlos
de su postración", lo que expresó cambiaría en su gobierno, bordando así
un momento memorable dentro del devenir político contemporáneo.
Política
El
proyecto de la Alianza para la Producción, n el cual consideraba como la
solución clave para los problemas socioeconómicos que su gobierno había
heredado. La solución para él, consistía en integrar con todos los ‘yo’ un
‘nosotros’, idea que simplifico en la frase “la solución somos todos”.
La
alianza se apoyaba en un estricto control del gasto público, en extensiones y
reducciones de impuestos a la exportación. También se advertía que su alianza
con este grupo podría provocar la inconformidad se los demás sectores sociales.
El recurso consistía en una reforma política, entendida como una estrategia
encaminada a aliviar las tenciones sociales provocadas por la crisis. Con la
reforma política pronunciado el primero de abril de 1977, buscaba un doble
propósito por un lado se trataba de institucionalizar las demandas de apertura
política y por el otro se pretendía otorgar a las instituciones públicas una
mayor representatividad.
En
octubre de 1977, el presidente presento al Congreso su iniciativa de reformas a
la Constitución. La Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos
Electorales (LPOPPE), n la cual se incluyó una ley de amnistía destinada a
beneficiar a un buen número de presos y prófugos. El plan global de desarrollo,
en tres etapas bianuales: los primeros de años, que estaban por concluir,
estaban dedicados a superar la crisis; los siguientes dos sería de consolidación
de la economía y los últimos de crecimiento acelerado.
Enseguida
anunció haber expedido dos decretos, uno que nacionaliza los bancos privados de
país y otro que establece el control generalizado de cambios. El anuncio fue
dicho en un tono decididamente dramático. “¡Es ahora o nunca. Ya nos saquearon
(recuérdese: en mayor proporción que los imperios que nos han explotado desde
el principio de nuestra historia). México no se ha acabado. No nos volverán a
saquear!”.
México
de manera sorpresiva se convertía para el mercado mundial del petróleo en una
fuente de abastecimiento más confiable que los países árabes. Por otra parte,
la capacitación de diversas por concepto de venta de petróleo hizo posible que
el gobierno mexicano pudiera liberarse antes de los convenido de programa de
estabilización impuesto al gobierno de Echeverría por el en 1976. En septiembre
de 1979 ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente planteó
el Plan Mundial de Energía que surgía en llevar a la práctica mediante un grupo
de trabajo integrado con países productores. El acuerdo se San José, dio la
confianza al gobierno para extender muy activa y las acciones más importantes
al respecto.
Empero,
los primeros tiempos se enrarecieron por los rumores sobre el activismo del ex
presidente Echeverría (recogidos y amplificados por Reyes Heroles, quien
sostenía una sabida rivalidad con el anterior titular del Ejecutivo), pues
mediante su Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo y la presencia de estrechos
colaboradores impuestos en el gabinete entrante y en el Poder Legislativo
buscaba seguir influyendo en los ámbitos de decisión con una agenda propia,
violando otra pauta básica del predominio presidencial de la época, misma que
exigía de los mandatarios en retiro su desapego sin cortapisas de la política
nacional, lo cual llevó a López Portillo a prescindir de ciertos personajes
(los casos más evidentes fueron el de Porfirio Muñoz Ledo
en la cartera de Educación
y el del presidente del Congreso, Augusto Gómez Villanueva),
a encarcelar a funcionarios de aquel periodo (como Eugenio Méndez Docurro
y Félix Barra García, ex secretarios de Comunicaciones y Transportes y de la Reforma
Agraria respectivamente, así como al ex director del Fideicomiso Bahía
de Banderas, Alfredo Ríos Camarena, y al del Instituto Mexicano del
Café, Fausto Cantú Peña), y a enviar fuera al mismo Echeverría como embajador
en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1977
y en 1978 ante la apartada Australia, con concurrencia en Nueva Zelandia y las Islas Fiji, aniquilando así cualquier intromisión
en su gobierno.
Economía
En
lo financiero, la situación era difícil en general, dado que apenas unos días
antes de entrar en funciones se realizó una de las devaluaciones más severas
que el país hubiese vivido hasta esas fechas y se obtuvo un préstamo del Fondo
Monetario Internacional con el acuerdo de ejercer un presupuesto
reducido y mantener bajos los salarios. Constreñido por los malos manejos de su
antecesor y ante aquellas disposiciones, López Portillo se mostró prudente en
cuanto a gasto e inversiones se refería, pero todo cambiaría cuando, como
secuela de la Guerra del Yom Kipur,
los países árabes interrumpieron la venta de petróleo
a Estados Unidos y a Europa Occidental por el apoyo brindado a Israel.
Esto, junto al descubrimiento de nuevos yacimientos en Chiapas, Tabasco y de la rica Sonda de Campeche catapultó a México como primer exportador
de crudo, lo que permitió que el Producto Interno Bruto
se elevara a un 8% anual y que la tasa de desempleo se redujera en un 50%.
"México, país de contrastes, ha estado acostumbrado a administrar
carencias y crisis. Ahora con el petróleo en el otro extremo, tenemos que
acostumbrarnos a administrar la abundancia", fue el reto y promesa a la
vez que el presidente acuñó e hizo patente a la sociedad ante la inesperada Jauja,
aderezando las buenas nuevas con una perla del egocentrismo que le embargaría
sin remedio: "Soy la última oportunidad de la Revolución".
En materia económica su
administración se caracterizó, sobre todo después de la primera mitad, por
tomar decisiones arbitrarias y financieramente ineptas que detonaron la crisis
más severa en la historia de México desde la época revolucionaria, no sólo
repitiendo, sino aumentando los errores del periodo echeverrista. El gobierno,
obnubilado por las ganancias del petróleo y la euforia de los mercados, guardó
los propósitos de inicio en un cajón y tramitó con la banca extranjera una
pléyade de préstamos irreflexivamente para sufragar la exploración e
infraestructura de explotación de los depósitos petroleros; puso en marcha
proyectos de desarrollo condenados al fracaso por su pomposidad y mala
preparación (la Alianza para la Producción, el Plan Nacional de Zonas
Deprimidas y Grupos Marginados, el Sistema Alimentario Mexicano o el Plan
Global de Desarrollo, el más elocuente de todos); y fomentó una obesa
burocracia al crear nuevas secretarías de Estado y multitud de organismos,
adquiriendo y participando igualmente en más de medio millar de empresas, lo
que junto a una corrupción galopante terminó no sólo por reducir a cero los
excedentes del petróleo (calculados en cien mil millones de dólares entre 1978 y 1981), sino por
multiplicar la deuda externa ante el aumento de las tasas de interés,
añadiéndose intrigas palaciegas desde la Secretaría de Programación y Presupuesto
rumbo a la determinación de la candidatura presidencial del PRI, traducidas en
diagnósticos desprendidos de cuentas manipuladas que truncaron medidas
elementales como el recorte al gasto corriente y la baja de precio del barril
de crudo para afrontar la sobreoferta y la austeridad energética autoimpuesta
por el mercado mundial, siendo los chivos expiatorios el secretario de
Hacienda, David Ibarra, y Jorge Díaz Serrano, director de Petróleos Mexicanos
(PEMEX) y un amigo más de los años mozos del mandatario en el primer nivel del
servicio público, ambos serios aspirantes al Ejecutivo.
Con
respecto a la moneda, el peso fue
tardíamente devaluado en alrededor de un 400% como producto de otro episodio de
la frivolidad de López Portillo ("Presidente que devalúa, se
devalúa", pontificaba). En el marco de la VI Reunión de la República, el 4 y 5 de febrero de 1982, juró defenderlo "como
perro" frente a la embestida que sufría de los "enemigos" de la
patria, pero para el 18 de febrero
de 1982 la Secretaría de Hacienda se vio forzada a declarar la moratoria de
pagos y a devaluar el circulante de 28.50 a 46 pesos por dólar, frenándose en
70 pesos sólo después de imponerse el cierre del mercado cambiario para atajar
la escalada, la que inclusive sobrepasaría los cien pesos por cada billete
verde.
La
reforma fiscal, en el año de 1979 realizó las reformas que reducían las tasas
impositivas para los grupos de menores ingresos. La política agropecuaria
durante su sexenio de portillo en materia de reparto agrario pasó a segundo
plano para orientarse en cambio a la producción y a la atoinsuficiencia
alimentaria. La Ley de fomento
Agropecuario se publico el 2 de enero de 1981, en el cual se establecen normas
sobre la planeación y programación del sector agropecuario. El sistema
alimentario mexicano en 1980, un programa orientado al sector agropecuario que
se proponía a avanzar en la alianza de la producción. El 10 de noviembre de
1982 el gobierno de México firmó la Carta de Intención que lo comprendía a
adoptar un programa de ajustes aceptable, en el cual debía tener una vigilancia
de tres años (1983-1985).
Sociedad
y Cultura
Durante
la administración de Echeverría los sindicatos independientes en su lucha por
la democratización protagonizaron la insurgencia obrera y ejercieron una
presión constante sobre los dirigentes del sindicalismo oficial. Durante la
administración de solana se realizaron además diversas acciones con el fin de
vincular la secundaria técnica con el sector productivo. El colegio Nacional de Educación Profesional
Técnica está orientado a fomentar y diversificar la educación terminal en todo
el país.
El
1 de septiembre de 1982, día de su último informe
de gobierno, habría de encarar a la ciudadanía para anunciarle el caos. Culpó
de la debacle a los banqueros y a los "sacadólares", no admitió tener
que ver en el hundimiento financiero del país ("Soy responsable del timón,
pero no de la tormenta") y, de un plumazo, nacionalizó la banca y decretó
el control de cambios, más en el tenor de una rabieta desesperada, de un golpe
de efecto, que en el de medidas sopesadas y necesarias, lo que se vislumbró en
su argumentación: "Ya nos saquearon. México no se ha acabado. ¡No nos
volverán a saquear!". En los siguientes años los resultados de dichas
ocurrencias (cuyo costo al erario por los conceptos de compra e indemnización
del entramado bancario se estimó en unos tres billones de pesos) fueron más que
funestos, como se patentizó al poco tiempo con el apogeo de una banca paralela
encubierta en casas bursátiles e instituciones financieras diversas que
incentivaron la especulación, con la negligente reprivatización bancaria que
puso otra vez a la nación a un paso de la ruina a mediados de la década de los noventa, y con el abuso y fracaso del Fondo
Bancario de Protección al Ahorro, que en su reestructuración como
deuda pública, pactada legislativamente desde 1998, absorbe hasta la fecha
enormes cantidades presupuestarias.
Luego,
al recordar a los desposeídos y marginados, aquellos a quienes en su primer
mensaje como mandatario había pedido perdón, José López Portillo lloró frente a
millones de mexicanos y golpeó impotente con su puño el atril de la tribuna
principal del Palacio
Legislativo de San Lázaro, aceptando al menos su
"responsabilidad personal" al fallarles; un despliegue histriónico
que conmovió a muy pocos, enfureció a los más y fue motivo de parodias y burlas
para poner punto final a seis años de expectativas tan altas como su
frustración que completaron, sumados a los del periodo de Luis Echeverría, la
coloquialmente denominada "docena trágica" del populismo (en un juego de palabras que evocaba a
la Decena Trágica:
diez días de asesinatos e inestabilidad en febrero de 1913
que concluyeron con la renuncia y el asesinato del presidente Francisco I. Madero
y del vicepresidente José María Pino Suárez).
Amén
de lo peyorativo de la comparación, con estas dos administraciones fue evidente
para la opinión pública, los empresarios, la comunidad internacional, la Iglesia e incluso para buena parte de la clase
priísta lo peligroso y lo imposible que resultaría por mucho tiempo más dejar
el destino del país bajo el criterio de un solo hombre. Desde entonces y
echando mano de la misma reforma política que López Portillo estimuló (aún con
todas sus carencias y trabas que, con los años, se han superado), el cambio
gradual de los fundamentos del sistema de poder en México, la pérdida de fuerza
del partido oficial y el crecimiento de una oposición que penetraría con ímpetu
firme en los distintos niveles de gobierno ya no se detuvieron, todo ello alentado
siempre por una sociedad justificadamente molesta y cansada.
Miguel de la Madrid
Huertado (1982-1988)
Política
Recibió
la presidencia en diciembre de 1982, recibió un país en gran deterioro
económico. La situación de crisis persistía, incluso se había agraviado no solo
en el aspecto económico había crisis de legitimidad el sistema político. Los objetivos primordiales del PRE eran
reducidos la inflamación, proteger el empleo y la planta productiva, y
recuperar un crecimiento sostenido de la economía del país.
La
ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos destinada a definir
con precisión las obligaciones políticas y administrativas de los empleos
públicos. Por último se llevo a cabo la reforma al Artículo 123 constitucional
para regular las percepciones de los servidores públicos y sentar las bases
para la formación profesional del servicio civil. En 1985 se crea la Secretaría
de la Contraloría de la Federación, con el propósito de controlar y evaluar la
administración pública.
Se
creó un Tribunal de lo Contencioso Electoral de carácter administrativo que
sustituía el recurso de reclamaciones ante la Suprema Corte de Justicia, dotado
de recursos de apelación y queja. Las
reformas electorales promovidas por Miguel de la Madrid, significaron un
esfuerzo para alentar la participación electoral tanto en el nivel federal como
en el local. La inconformidad obrera se dirigió de manera particular en contra
de la política salarial, el aumento de precios y tarifas de los servicios
públicos, la reducción y eliminación de subsidios y libraciones de controles de
precios.
Las
demandas campesinas se dirigieron en especial contra el alza en los precios de
los bienes de consumo básico y el transporte, la discriminación de los estímulos
y subsidios a la producción agrícola, la ineficiencia y corrupción de los
financieros agrarios, los rezagos en la dotación, tendencia y restitución de
tierras y la represión en el campo. Crear un organismo calificador de los
resultados electorales con absoluta independencia del poder ejecutivo. A partir
del sexenio de Miguel de la Madrid, la iglesia católica adopto una actitud
partidista.
A
mediados del año de 1986 se formó un grupo de priísta del a la izquierda que
integraron el Movimiento de Renovación Democrática. En junio de 1987, el Comité
Ejecutivo Nacional del PRI convocó a seis de sus miembros. La Bolsa de Valores
como mecanismo de protección del ahorro y se alentaron las inversiones hasta
convertir a las acciones bursátiles en símbolo de confianza. La desesperada
situación obligó al gobierno a establecer un programa anti financiero urgente
radical, que se conoció como Pacto de Solidaridad Económica.
Las
elecciones federales de 1988 se desarrollaron en medio de un clima político
marcado por los conflictos internos del PRI. En 1982 el PRI por primera vez
llegó a la frontera con el 50% de la votación al igual que un candidato de la
oposición logró llegar y rebasar el 30% de la votación nacional. Los casilleres integrantes del grupo de
contadoras, como fue llamado de ahí en adelante, emitió un comunicado mediante
el cual hacia un llamado urgente a los países centroamericanos para que
redujeran las tensiones a través del dialogo.
En
septiembres de 1983 para construir, por iniciativa de México, el comité de
Acción de Apoyo al Desarrollo Económico y Social de Centroamérica (CADESCA),
con el propósito de ayudar a promover la cooperación económica internacional a
favor de los países centroamericanos. A principio de enero de 1984, el Grupo
Contadora consiguió que los países centroamericanos aprobaron el documento en
el que se especificaban los mecanismos para el logro de la paz. Surgió el
Consenso de Cartagena en el que se establecía la responsabilidad compartida
entre deudores y acreedores y por la necesidad de entablar un dialogo entre
ambos grupos de países.
La
planeación se trataba en realidad de extender la labor de planeación emprendida
por el equipo encabezado por De la Madrid en 1979. El plan Nacional de
Desarrollo fue publicado en el diario Oficial el 31 de mayo de 1983. En
relación con la política industrial, el PND establecía una relación más
estrecha entre los sectores externos e industrial en base a la idea del
problema fundamental de la industria mexicana. Se crea un Centro de Estudios
Municipales y después al año siguiente el gobierno firmo con cada entidad
federativa un Convenio Único de Desarrollo (CUD) en el cual debía funcionar a
través de un Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADE).
Contexto
De
la Madrid llegó al poder en una de las épocas más difíciles del país, mucho
debido a su antecesor José López Portillo, quien nacionalizó la banca tres
meses antes de salir del poder tras dos sexenios de gastos excesivos. Como
resultado, la inflación subió a un promedio de 100% cada año, el empleo
informal creció a 20% entre 1983 y 1985 y hubo caídas drásticas en producción,
sobre todo en industrias gubernamentales, ya para ahí entonces anticuadas,
crecimiento del PIB fue erróneo con altibajos y disminuyó el poder adquisitivo.
Para resolver tales problemas, emprendió la Renovación Moral de la sociedad,
elaboró un Plan Global de Desarrollo, estableció a nivel constitucional un
sistema de planeación democrática y más importante, inició con la apertura
económica, la desregulación y descentralización así como la privatización de
empresas estatales, algo que seguiría bajo su sucesor; durante su
administración, el número de paraestatales se redujo de 1155 en 1982 a 413 en
1988. Ante la severa crisis económica (donde se alcanzó el 3100 % de
devaluación del peso), se establecieron los Pactos de Crecimiento Económico con
los diversos sectores sociales, mediante los cuales el gobierno subsidiaba
parte de los precios de los productos básicos y los productores/distribuidores
se comprometían a no aumentarlos. En enero de 1986, aproximadamente tres años
de negociaciones, México logra ser admitido al GATT,
siendo el punto más fuerte de esta administración.
Durante
su administración el FCE recibió varios premios, entre los que destacan: en
1992, Premio FILIJ del Libro (CNCA) a los libros para niños; en 1993, Premio
Laurel de Oro (Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Madrid); en 1993,
mención honrosa del Premio Juan García Bacca (Asociación Cultural Peruana), y
el Calendario
Azteca de Oro (Asociación Mexicana de Radio y Televisión). En 1994 y
1995 el premio del Banco del Libro de Venezuela por los libros para niños.
Economía
Su
gobierno heredo tres enormes problemas. 1) una situación económica e peores
condiciones de cómo la habían encontrado sus dos antecesores. 2) una contienda
política con la clase empresarial a causa de dos decretos expropiados de la
banca introduciendo a última hora por el gobierno anterior. 3) la inaplazable y
difícil tarea de negociar con la banca internacional, en los momentos de más
dura presión. Desde 1983 se inicio un proceso de negociación, que llevo una
reestructuración consistente en diferir los vencimientos de 1982 a 1984 a ocho
años de plazo.
A
dos años de su sexenio, la economía nacional parecía alcanzar su estabilidad.
Continúo la política de su antecesor en el sentido de dar prioridad a la
autosuficiencia alimentaria, con base en el Programa Nacional de Desarrollo
Rural Integral. Mediante el programa de fomento industrial y comercio exterior
se proyecto un cambio estructural que permitiera por una parte fortalecer el
mercado interno. En 1985 se volvió a plantear la posibilidad de que México se
incorporara al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y comercio (GATT).
Sociedad
y Cultura
El
19 de septiembre de 1985,
un terremoto de 8.5 grados en la escala de Richter sacudió la Ciudad de México,
con una fuerte réplica el día 20. Los daños materiales fueron masivos, y aunque
los cálculos oficiales hablan de unos pocos miles de muertos (cinco a diez
mil), la opinión pública consideró que la cifra podría haber rebasado los
40 000. La reacción inicial del gobierno fue muy lenta e inadecuada, lo
cual hizo que fuera la población la que tomara el liderazgo y la organización
de las labores de rescate de víctimas y cuerpos de entre los escombros. Tanto
las declaraciones del Presidente De la Madrid señalando que el país no requería
ayuda extranjera para enfrentar la tragedia, como su decisión de no permitir
que el ejército colaborara con la población en las labores de rescate durante
las primeras horas posteriores al terremoto le valieron severas críticas a esta
administración.
En
1988 su gobierno protagonizó el mayor escándalo electoral del país. El 3 de
julio, durante las elecciones presidenciales, el candidato de la izquierda Cuauhtémoc Cárdenas,
aventajaba ampliamente a sus rivales Manuel Clouthier (PAN) y Carlos Salinas de
Gortari (PRI). Por motivos que aún "se desconocen", el
sistema electoral de cómputo se detuvo. La secretaría de Gobernación, que
entonces organizaba la elección, señaló que: el sistema se había caído. Finalmente, el candidato priísta fue
declarado ganador.
Después
de terminar su periodo presidencial, Miguel de la Madrid, un importante
neoliberalista, asumió la dirección del Fondo de Cultura
Económica (FCE) en 1990. Durante su periodo al frente del FCE implantó
programas de modernización en las áreas productivas y administrativas,
incorporó lo más avanzado de las industrias editorial y de las artes gráficas,
y mantuvo la apertura y pluralidad características en la política de
publicación de la empresa.
En
el panorama internacional, en 1990 se remodelaron las instalaciones existentes
de las filiales.
Con ello, la presencia del Fondo Cultura Económica adquirió una proyección más
importante en el continente americano: el 7 de septiembre del mismo año se
fundó la filial en San Diego, California; el 21 de junio de 1991 abrió sus
puertas la librería Azteca en São Paulo, Brasil; en 1994 se inauguraron las
instalaciones del FCE de Venezuela; y en 1998 se creó otra subsidiaria en Guatemala.
De esta tal manera, el FCE alcanzó una presencia relevante en Iberoamérica con
nueve filiales:
Argentina, Brasil,
Colombia, Chile,
España, Estados Unidos, Guatemala, Perú y Venezuela.
Educación
En
lo referente al proyecto nacional, se abrieron nuevas librerías. En este
periodo se inauguraron seis en la ciudad de México
En
materia editorial, bajo la dirección del licenciado De la Madrid se iniciaron
21 nuevas colecciones: en 1990, Claves (Argentina); en 1991, A la Orilla del
Viento, Códices Mexicanos, Ediciones Científicas Universitarias y Especiales de
A la Orilla del Viento; en 1992, Breviarios de Ciencia Contemporánea
(Argentina) y Nueva Cultura Económica; en 1993, Biblioteca de Prospectiva,
Biblioteca Mexicana, Biblioteca Premio Cervantes (España), y Fideicomiso
Historia de las Américas y Travesías; en 1994, Vida y Palabra de los Indios de
América y Una Visión de la Modernización de México; Archivos, Piedra del Sol
(Perú), Entre Voces, Espacios para la Lectura y Fondo 2000; Encuentros (Perú);
Historia de México, además de cinco publicaciones periódicas: Galeras del Fondo, Periolibros, Imágenes, Espacios para
la Lectura y la Página del
Fondo.
En
cuanto a las distinciones recibidas como individuo al frente del FCE destaca
que el Consejo Español de Estudios Iberoamericanos,
distinguió a De la Madrid por su contribución al desarrollo de la lectura en la
lengua española; recibió en 1997 el Premio IUS por la Facultad de Derecho de la
UNAM,
y en 1998 el gobierno de Francia le
concedió las Palmas Académicas
en grado de Comendador por su contribución al fomento cultural. En 1999 el
licenciado De la Madrid recibió la medalla Picasso de Oro (Unesco),
por su labor en la difusión de la cultura latinoamericana.
Carlos Salinas de
Gortari (1988-1994)
Contexto
El primero de diciembre de
1988, asumió el poder en medio de severas críticas de los partidos de oposición
y también de la sociedad civil por los resultados oficiales del proceso
electoral. Consciente de las implicaciones negativas del modelo económico
neoliberal que retomaba de sus antecesores, destacó que el estado debía de
atender con esmero y como objetivo fundamental el bienestar popular.
La reforma legislativa sobre
derechos humanos, fue creada en junio de 1990 por la Comisión Nacional de
Derechos Humanos, respalda por la reforma de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores en 1992. Esta modifico a 100 el número de
presuntos diputados y senadores integrantes de los colegios electorales. Con la
reforma de la relación Estado-Iglesia, con la ley fue reconocida tanto de la
personalidad jurídica de todas las agrupaciones religiosas e iglesias, como la
ciudadanía para los ministerios de culto.
La figura de los consejeros
ciudadanos fue incorporada a la estructura del Consejo General del IFE y su
principal tarea fue organizar, vigilar y sancionar los procesos electorales del
2 de agosto.
Economía
Para
evitar que la economía se viera afectada, se tomaron medida financieras de
emergencia y se reunieron los sectores firmantes del pacto para la estabilidad,
la competividad y el empleo.
En
1982 el pago anual por pago de intereses de la deuda externa era de 14 000
millones de dólares, entre 1983 y 1988 se destinó casi el 7 por ciento del PIB
para su pago, el monto de lo destinado era casi el equivalente a lo destinado
en salud y educación para todo el país, para inicio del sexenio de Salinas el
monto de la deuda era del 45 por ciento del PIB, lo cual hacia necesario una
reducción de esta deuda para lograr un crecimiento económico. Después de casi 4
años de largas negociaciones con el FMI, con políticos de Estados
Unidos, mandatarios de países como Francia, Alemania, Canadá, Japón, Gran Bretaña y de otros países y con bancos
comerciales en 1992, se llegó a un acuerdo y se logró una reducción de más de
7000 millones de dólares. Debido a este logro, la deuda se disminuyó a
20 000 millones de dólares, la deuda total (externa e interna) descendió
de 63 por ciento del PIB en 1988 a 22 por ciento en 1994, y los pagos
de intereses pasaron de 17 por ciento del PIB
a 9.8 por ciento en 1994.
Tratado de Libre Comercio
A
finales de los ochenta, el mundo atestiguó cambios como la caída del Muro de
Berlín, el fin de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el
fin de la dictadura de Augusto Pinochet
y la invasión de Estados Unidos a Panamá. Fue también un momento en el que los procesos
de globalización de los mercados se intensificaron. No sólo eso, Estados Unidos
había concluido con éxito años antes un acuerdo comercial con Canadá que
eliminó los aranceles y tarifas entre ambos países. Europa, por su parte,
avanzaba a grandes pasos en la consolidación de lo que originalmente fue una
zona de libre comercio hasta dar forma a la actual Unión Europea.
La
administración Salinas estimó que México debía redefinir los términos de sus
relaciones con sus principales socios comerciales y redefinir las hipótesis que
habían servido desde la década de los treinta, como soporte para el desarrollo
de la economía mexicana, fue así que Salinas inició, primero informalmente,
consultas con empresarios de México, Estados Unidos y Canadá para lograr la
integración de México al acuerdo comercial originalmente pactado por estos
últimos.
Las
negociaciones formales del Tratado
de Libre Comercio de América del Norte iniciaron en 1990 y
continuaron durante los próximos tres años. No sólo eso, sobrevivieron a la
derrota del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de noviembre
de 1992, en las que triunfó el demócrata Bill Clinton. El TLCAN entró en vigor
creando la que hasta ese entonces era la más grande zona de libre comercio en
el mundo.
Crisis Económica de 1994 y Error
de diciembre
Para
el año 1994 Carlos Salinas de Gortari tuvo un elevado gasto gubernamental en
obras públicas con el objeto de mantener la inercia de crecimiento de su
gobierno y con ello la popularidad. Este gasto gubernamental llevó a un déficit
de cuenta corriente histórico (un 7% del PIB) y para poder lidiar con ello
Salinas emitió los Tesobonos,
instrumentos financieros del gobierno que aseguraban pagos en dólares y con los
cuales pudo recaudar fondos el Banco de México. Con los diversos sucesos
políticos ocurridos en 1994 (asesinatos de Luis Donaldo Colosio, Candidato
Presidencial y José Francisco Ruiz Massieu, Líder Cameral del PRI y la rebelión
insurgente en Chiapas), muchos de los inversionistas se asustaron y fueron a
canjear los Tesobonos por efectivo, vaciando las reservas monetarias del Banco
de México.
Era
necesario la toma de decisiones económicas para impedir la crisis, tales como
alza en las tasas de interés para recuperar reservas y contraer la base
monetaria o generar una devaluación controlada del peso. Sin embargo Salinas de
Gortari no tomó ninguna acción, presuntamente con el objetivo de no perder
popularidad puesto que buscaba el apoyo internacional para su candidatura a
director general de la Organización Mundial de Comercio.
Ernesto Zedillo, su sucesor, incapaz de articular
una estrategia de amortiguamiento de los vencimientos de pagarés denominados en
dólares, (Tesobonos) y con un manejo incorrecto en términos políticos, fue
corresponsable y precipitó el advenimiento de una de las peores crisis
financieras que ha vivido México, conocida como error de diciembre;
y en el exterior como efecto Tequila.
Política
Salinas
pretendía llevar a la práctica la idea de que la inserción de México en el
mercado internacional, constituía el medio más adecuado para salir de la crisis
y encaminarse hacia el desarrollo nacional. La renegociación de la deuda fue
considerada como una de las acciones más importantes de la reforma económica y
la política de modernización salinista.
En
octubre de 1992 el presidente Bush promulgó una “Ley para promover una
transición práctica hacia la democracia en Cuba” conocida también como la Ley
Torricelli, la cual avalaba la aplicación de sanciones a aquellos países que
presentaran asistencia económica a Cuba. Con las negociaciones de la adhesión
de México a la OCDE esperaban que el país obtuviera beneficios.
Sociedad y Cultura
Liberalismo social
Salinas
adelantó una serie de tesis que él mismo englobó bajo la categoría de liberalismo
social que buscaba recuperar lo mejor de las tradiciones ideológicas
del liberalismo juarista del siglo XIX y de la Revolución Mexicana
del siglo XX. En este sentido, Salinas pronunció una serie
de discursos durante 1991 y 1992 que sirvieron de soporte para
impulsar algunas de sus más ambiciosas reformas. En un sentido, la que puso
punto final a la reforma agraria, concebida ya desde tiempos de Echeverría
más como un instrumento de control social que como una efectiva solución de
problemas en el agro mexicano. Formó parte de esa ofensiva
ideológica también la iniciativa para reformar las relaciones del Estado con
las iglesias, especialmente la católica, aunque en este punto es donde es
posible observar mayores tensiones entre la recuperación del juarismo propuesta
por Salinas y las políticas desarrolladas por su gobierno.
Privatizaciones
Hacía
1984, el gobierno federal era propietario u operaba poco más de 1150 empresas
de todo tipo, desde cadenas y productoras de cine y televisión, hoteles,
inmobiliarias, mineras, ingenios azucareros, automotrices, siderúrgicas, pesqueras,
transbordadores; también fue el caso de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas, Petróleos Mexicanos
y de la Comisión
Federal de Electricidad.
La
crisis de 1982 obligó al gobierno federal a nacionalizar la banca, con lo que la participación
del Estado en la economía creció todavía más. En otros casos, sin embargo, el
gobierno, lo mismo el federal que el del Distrito Federal y los de los estados, se
convirtió en dueño de empresas como medida para evitar la quiebra de empresas
privadas que se consideraba jugaban un papel importante para la economía del
país o que simplemente empleaban a un número importante de personas.
Esta
dinámica se vio favorecida por dos procesos. En un sentido, por la
sobrevaluación del peso mexicano
que ocurrió ya durante los últimos años del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz
y de manera más clara durante los primeros años del gobierno de Echeverría,
quien expandió el control del Estado sobre la economía al hacerse cargo de
Teléfonos de México. La sobrevaluación hacía que las mercancías mexicanas
fueran más caras que las que se producían en otros países. No sólo eso, gracias
a las políticas de industrialización seguidas desde el gobierno de Lázaro Cárdenas
(con un alto componente de protección a la industria nacional), las empresas
mexicanas habían perdido calidad y eficacia.
Esta
dinámica estuvo a punto de romperse con la decisión de Echeverría de devaluar
el peso justo antes de que terminara su gestión en 1976.
Sin embargo, su sucesor, López Portillo decidió utilizar los recién
descubiertos excedentes petroleros para mantener intocadas las políticas
industriales y comerciales que había heredado de sus predecesores.
Todas
estas empresas operaban con déficit por lo que se mantenían gracias a una
inyección constante de fondos públicos obtenido por medio de deuda, excedente
petrolero o, en los peores momentos del periodo 1970-1982, por medio de la
emisión de billetes y monedas sin sustento. Ello hizo que para 1982, el déficit
público primario fuera de más del diez por ciento del Producto Interno Bruto.
Cerca de un 70 por ciento de este déficit provenía del sector paraestatal.
Con
los ingresos de las privatizaciones se obtuvo casi el equivalente a 23 000
millones de dólares,15 los cuales fueron utilizados para
amortizar la deuda pública interna. Con estos recursos se logró una disminución
de la deuda interna, en 1988 era del 19% y para 1994 fue del 6%.16 Dando como resultado una disminución de
los pagos de intereses y logrando un crecimiento en el gasto social.
Privatización de Telmex
En
1990, Telmex era una empresa con varias décadas
funcionando y con solo 16 años de pertenecer al sector público, el servicio
prestado por la empresa era motivo de frecuentes disputas como se puede
observar en la cantidad de demandas que la empresa enfrentaba en la
Procuraduría de la Defensa del Consumidor, así como por los tiempos de espera,
en ocasiones de más de 10 meses, para conseguir una línea. En los primeros años
de la administración Salinas de cada 10 hogares 8 no tenían teléfono y había
hasta un millón de solicitudes pendientes. La gestión pública de Teléfonos de
México, además, estaba plagada de dudas y sospechas acerca de la transparencia
en el manejo de los recursos.
La
venta fue hecha a través de una subasta pública. A pesar de que varios grupos
extranjeros ofrecieron cantidades mayores para la compra de Telmex, uno de los
requerimientos determinantes era que la propiedad mayoritaria quedara en manos
mexicanas, es por eso que de los grupos con control accionario mexicano, la
mayor fue la que encabezaba el Grupo Carso, propiedad del empresario Carlos Slim, por lo que éste fue declarado
ganador.
Con
motivo de esta privatización se inició la modernización de la telefonía en
México. En los siguientes años el número de poblaciones rurales atendidas pasó
de 6350 a 21 263; los teléfonos públicos llegaron a más de 200 000 en
todo y se inició la instalación de una red de fibra óptica que ahora cubre las
ciudades más importantes del país.
Privatización de la banca
La
privatización de la banca se llevó a cabo mediante una reforma constitucional a
los artículos 28 y 123 que fueron aprobados el 12 de mayo de 1990 en la cámara
de diputados y el 21 de mayo en la Cámara de Senadores. Guillermo Ortiz Martínez
subsecretario de Hacienda con Salinas, fue uno de los responsables de este
proceso.
La
privatización ya había iniciado durante la administración de Miguel de la
Madrid cuando el gobierno vendió los primeros paquetes accionarios que
permitieron que hasta un 33 por ciento del capital social de cualquier banco
fuera capital privado. Como en el caso de Teléfonos de México, la privatización
ocurrió por medio de subastas públicas. Los postores fueron evaluados por un
comité en el que participaron, entre otros, el ex gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz. La transparencia
y éxito con la cual fue privatizada la banca fue reconocida por diversos
documentos del Banco Mundial.
En
este proceso 18 instituciones financieras fueron vendidas, lo que permitió que
el gobierno federal recaudara 13 000 millones de dólares, los cuales
fueron destinados al pago de la deuda interna.19
Con
este proceso se logró la descentralización y democratización del capital por
que se promovió una mayor competencia ya que en 1994 se autorizó la entrada de
bancos extranjeros.
Reforma agraria
El
artículo 27 de la Constitución vigente en 1988, establecía la obligación del
gobierno de dar tierra a todo el que la solicitara. Sin embargo, el ritmo de
crecimiento de la población en las zonas rurales era mucho mayor del que se
había registrado en toda la historia previa de México, gracias a una serie de
avances en medicina básica. En segundo lugar, la calidad de las tierras en
México es desigual, pues buena parte del territorio nacional no cuenta con
irrigación suficiente para mantener una agricultura comercial. Finalmente, los
sectores industrial y de servicios no estaban en condiciones de absorber los
excedentes de mano de obra que el crecimiento de la población rural generaba.
Hacia
finales de los sesenta era claro que la capacidad del gobierno federal para
dotar de tierras a quienes las demandaran era limitada y que, además, al
hacerlo se había facilitado la constitución de poderosos grupos políticos que
traficaban con la necesidad de tierras. El gobierno de Luis Echeverría, sin embargo, optó por mantener la
ilusión de la Reforma Agraria elevando al antiguo Departamento de Asuntos
Agrarios y Colonización al rango de secretaría de Estado, al tiempo que decidía
intervenir las propiedades de algunas de las más exitosas agroindustrias del
país con la promesa de distribuir esas tierras.
Ante
esta realidad, Carlos Salinas de Gortari señaló que era necesario terminar con
el reparto masivo de tierras. En el primer informe de Gobierno en 1989 Carlos
Salinas dijo: El reparto masivo de
tierras ha concluido. Quien afirme que todavía existen millones de hectáreas
por repartir está mintiendo, declaración que inició un ambicioso
programa de reformas constitucionales y legales, que culminaron cuando el 1 de noviembre de 1991,
Salinas anunciaba durante su tercer informe de gobierno la decisión de impulsar
una profunda reforma a la Constitución y a las leyes en materia agraria. Luego
de intensos debates que cimbraron la estructura del PRI,
la reforma fue aprobada por la Cámara de Diputados
el 7 de diciembre de 1991 y por el Senado el 12 de
diciembre del mismo año.
Relación Iglesia-Estado
Parte
del legado de la administración Salinas lo constituye la amplia reforma de la
relación Estado-Iglesia promovida por él. La reforma fue consecuencia de una
serie de cambios culturales y políticos que hicieron inaplicable la letra o el
espíritu de la legislación vigente en México hasta 1992 en materia de
relaciones Estado-Iglesia.
Las
visitas del Papa Juan Pablo II hicieron evidente la incapacidad del
Estado para aplicar la legislación. Además, en distintos estados de la
República, la Iglesia se convirtió en un importante promotor de severas
críticas al carácter autoritario del régimen político vigente en México.
Durante
la década de los ochenta, la Iglesia, especialmente líderes de la Conferencia
del Episcopado Mexicano como Ernesto Corripio Ahumada,
lanzaron una serie de retos a la legislación vigente en el país que alcanzaron
un punto álgido cuando en 1986, en el contexto de la elección en el estado de Chihuahua,
los obispos de ese estado amenazaron con organizar, como durante la Guerra Cristera, una huelga de cultos.
La
huelga fue impedida por la intervención del entonces delegado
apostólico Girolamo
Prigione, pero evidenció--por una parte--la incapacidad del Estado
para subordinar a la Iglesia y, por la otra, los severos problemas de
legitimidad que el régimen enfrentaba.
Salinas
advirtió la dimensión del reto planteado por la Iglesia y fue así que inició
una política de acercamiento que incluyó, primero, como candidato presidencial,
una serie de visitas a los obispos mexicanos en sus lugares de origen. Después
de la elección, la Iglesia ofreció a Salinas un gesto simbólico cuando tres
prelados (Ernesto Corripio Ahumada, Genaro
Alamilla Arteaga y Girolamo Prigione) acudieron a la toma de
posesión de Salinas el 1 de diciembre de 1988. A partir de ahí se iniciaron una
serie de acercamientos y negociaciones que culminaron en 1992.
Fue
en ese año que el Partido Revolucionario Institucional presentó una iniciativa
de reformas a los artículos 3, 5, 27, 28 y 130 de la Constitución. Las
reformas, apoyadas por una abrumadora mayoría de diputados y senadores del
Congreso electos por los tres principales partidos políticos de México (Partido
Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional
y Partido
de la Revolución Democrática) modificaron de manera radical los
términos de la relación con las iglesias, especialmente con la católica. El
siguiente paso ocurrió cuando se reanudaron, luego de más de un siglo de estar
interrumpidas, las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede para
dar paso, finalmente, a la promulgación de nuevas leyes reglamentarias de las
relaciones Estado-iglesias.
Carlos
Salinas fue, en este sentido, el primer presidente mexicano en recibir al Santo
Padre Juan Pablo II en su condición de Jefe del Estado
Vaticano, durante la tercera visita a México del pontífice en el estado de Yucatán, el 11 y 12 de agosto de 1993, siendo
testigos Mons. Manuel Castro Ruiz,
Arzobispo de Yucatán y Dulce María Sauri
Riancho, Gobernadora del Estado de Yucatán.
La
nueva legislación otorga personalidad jurídica a las iglesias y devolvió
parcialmente los derechos políticos a los así llamados "ministros de
culto", que ahora pueden votar. Sin embargo, la legislación mexicana aún
desconoce el derecho de los "ministros de culto" a ser votados,
además de que impone mecanismos muy restrictivos para el ingreso de personal
religioso extranjero a México. La personalidad jurídica de las iglesias está
limitada también en lo que hace a su capacidad para ser propietarias de bienes
inmuebles y especialmente para ser propietarias u operar medios de comunicación
electrónicos.
Salinas
ha expresado en fechas recientes su insatisfacción con los resultados de la
reforma, aunque nunca ofrece detalles del porqué de su insatisfacción por lo
que observadores de la política mexicana estiman que se trata de una manera de
admitir errores y evitar aparecer como intransigente ante la opinión pública
del país que le reclama la insensibilidad con la que desarrolló algunas de sus
políticas y, sobre todo, el descuido que él mismo admite tuvo al permitir que
su hermano Raúl violara flagrantemente las leyes del país.
Programa Nacional Solidaridad y
desigualdad
El
2 de diciembre de 1988
se puso en marcha el programa Solidaridad,
como primera acción de gobierno el cual trataba de lograr mayor justicia social
más allá de un esquema de transferencia de recursos o de subsidios focalizados.
Para lograr a cabo este proyecto no solo era necesario el apoyo del gobierno,
sino también la participación organizada de la población, impulsados con un
sentimiento de nacionalismo y de desarrollo social.
Durante
seis años se invirtieron el equivalente a casi 18 000 millones de dólares,
de los cuales el 67 por ciento fue de recursos federales y el resto de
gobiernos locales e inclusive de los propios participantes.
Los
tareas realizadas fueron diversas entre los cuales se pueden destacar, la
rehabilitación y construcción de miles de escuelas, la organización de la
población para introducir agua potable a sus comunidades, la introducción de
servicio eléctrico en miles de comunidades rurales. La rehabilitación y
construcción diversos hospitales23 la pavimentación de colonias populares,
la entrega de más de 2 millones de escrituras y títulos de propiedad en zonas
irregulares, más de un millón de créditos a la palabra a campesinos. La
construcción de más de 20 000 kilómetros de caminos rurales así como la
reconstrucción de 15 000 kilómetros de carreteras. La instalación de más
de 14 000 tiendas de abasto comunitario.24 Sin embargo, el término general de la
desigualdad entre los más favorecidos y los menos favorecidos se disparó
durante el sexenio de Salinas. En 1991, el país tenía a dos hombres con una
fortuna superior a los 1.000 millones de dólares en la lista de Forbes. En 1994, al final del sexenio de
Salinas, ya eran 24. Y el más acaudalado de todos era Slim, beneficiario de la controvertida
privatización de Telmex.
Con
algunas importantes modificaciones y con el nombre de Progresa
durante el sexenio de Ernesto Zedillo y Oportunidades, durante el sexenio de Vicente Fox,
estos programas han seguido constituyendo el tronco principal de la política
social del gobierno federal en México.
Educación
Reforma
Educativa
Se
considero necesario aplicar reformas al sistema educativo nacional con el fin
de la concentración y centralización que los caracterizaba, los cuales se
traducían a serios obstáculos burocráticas y financieros, para su desarrollo.
Mediante el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, fueron
transferidas al gobierno las responsabilidades de dirección y operación de los
centros educativos de la SEP, atreves del Consejo Escolares de Participación
Social se dio comienzo a la carrera magisterial para ofrecer una mejor calidad
en los servicios educativos.
Los
objetivos de la modernización educativa no sólo pretendía cubrir la demanda de
educación primaria, sino también la secundaria, por lo que en noviembre de
1992, en el artículo 3ro Constitucional, se estableció la obligatoriedad de
este nivel de enseñanza.
EDUCADORES
Desde
1924 comienzan las ideologías sobre la educación. Vasconcelos estaba convencido
de que la educación constituía un elemento de liberación humana y que, a su
vez, generaba la libertad de creencias. para Vasconcelos educar significaba
enseñar los valores humanos con los cuales la actividad conduce a la
superación. La educación
debía fomentar los vínculos sociales, en tanto instrumento que fortaleciera la
solidaridad entre los mexicanos; La
escuela como resumen de la humanidad era, para Vasconcelos, la instancia donde
la educación se orientaba hacia el saber, no tanto para descubrir y ascender al
poder, sino un instrumento para que el hombre lo pudiera hacer. El niño debía aprender con disciplina
e imaginación a partir del conocimiento de las grandes preocupaciones sociales
de la humanidad La labor institucional de Vasconcelos, impulsada con el
establecimiento de la Secretaría de Educación Pública (SEP), concentró los
esfuerzos educativos de la Revolución y les dio una orientación reconstructora.
La educación debía ir a los marginados, estar guiada por preocupaciones
democráticas.
Su
deber ser consistía en formar hombres con confianza en sí mismos, que emplearan
su energía sobrante en el bien de los demás. Para Vasconcelos la educación no
era sólo una ciencia, había que sumarle un carácter normativo, de ahí sus
semejanzas con la ética o la política. El objetivo final del sistema educativo
de Vasconcelos radicaba en transformar la realidad en todas sus
manifestaciones. Para ello, era necesario combatir la opresión que durante
siglos había pesado sobre el mexicano porque le impedía cristalizar sus
esfuerzos en favor de la actividad productiva e imaginativa, hacia un uso
placentero de su ocio que evitara su hundimiento en la pereza. Para Vasconcelos, era imperativo
alimentar la identidad nacional del México revolucionario, para hacerlo
democrático e hispanoamericano. A escuela social de Moisés Sáenz: entre el
humanismo vasconcelista y la educación socialista Si para Vasconcelos la
escuela nos redimía como humanidad, para
Moisés Sáenz, subsecretario de Manuel Puig Causaran, significaba la actividad que nos preparaba
para la vida. A partir de esta concepción surgió y se desarrolló la escuela
rural en la historia educativa del país. Esta fue una de las aportaciones y realidades
más sugestivas cuya paternidad responde a Sáenz. Moisés Sáenz recuperó las lecciones de su maestro John
Dewey sobre la escuela activa y multiplicó tiempos para construir obras que aún
perduran en el presente.
Para
Sáenz la educación se enfrentaba al gran reto de incorporar al indígena a la vida
nacional sin destruir o violentar su cultura. Se pretendía revalorar nuestro pasado
sin desdeñar el mundo occidental, un Occidente diferente al de Vasconcelos que
no terminaba en la Europa continental, particularmente en Iberoamérica, sino
que tenía una frontera más amplia. Asimismo,
Sáenz buscabala integración
indígena a partir de la identidad nacional, aunque el medio para lograrla no
era la recuperación de los valores profundos de la humanidad. Se partía de un
modelo que el subsecretario de Educación construyó y desarrolló, fundamentado
en la práctica de principios elementales de solidaridad. A partir de esta percepción, Sáenz fue
más allá de la mera atención a la educación rural, cuyo concepto adquirió
dimensiones muy amplias.
Con
él tomaron fuerza las escuelas de pintura al aire libre, la protección de las
artesanías y los oficios, y los museos regionales. Su impulso a la
investigación antropológica nos lleva a considerarlo como el sociólogo de la
educación de la Revolución, aunque guardada la debida distancia de la condición
filosófica que fundamentó la cruzada vasconcelista. os proyectos distintos aunque, desde
el presente, difícilmente pueden verse como antitéticos, más aún si afirmamos
que éstos tenían como finalidad última la integración nacional. Uno, asimilaba
culturas en favor del mestizo; el otro, invitaba al indio a formar parte de la
familia mexicana sin violentar su identidad, construida con base en una
sensibilidad Narciso Bassols la inquietud de una educación que al mismo tiempo
orientara y destruyera prejuicios, y organizara la enseñanza en relación con la
producción económica para que el hombre aprendiera a producir y defender su
producto, a Comisión de
Educación de la CROM propuso la creación de una escuela proletaria socialista
en 1924. El magisterio, identificado con las clases marginadas, pugnaba por
orientar la enseñanza hacia el colectivismo que justificara y valorizara los
artículos 27 y 123 constitucional hacia principios de la década de 1930.
Si bien la reforma había tenido
como fin primordial enfatizar la naturaleza antirreligiosa de la educación,
había que responder a la aspiración general de justicia social para formar una
sociedad igualitaria a partir de la educación, ello correspondería al
presidente Lázaro Cárdenas.
En
este ambiente social, el maestro se volvió un gestor, totalmente diferente al integrador
comunitario, al trabajador social de Sáenz. El docente era quien garantizaba la
justicia social, el extensionista. La educación se convirtió en una actividad
ambigua que devino en doctrinaria e intolerante. La educación se concibió como un cuerpo organizado de
conocimientos y recomendaciones que definían la actividad del educando para
formar individuos capaces de realizar su liberación del sistema de explotación.
Ya no se trataba de reivindicar a la humanidad como ocurrió con Vasconcelos,
sólo de recuperar la dignidad del hombre sujeto a la explotación. En efecto,
fue con Torres Bodet cuando apareció por primera vez la intención política de
velar porque la preparación vital del alumno, cualquiera que fuera el grado en
que concluyera su enseñanza, no resultase trunca en lo concerniente a los conceptos
fundamentales de la existencia. Con
esa convicción, el ministro señalaba que desde la escuela primaria el educando
debía poseer una noción firme y austera del mundo en que vivía. A partir de
este conocimiento, elemental sin duda, se podría edificar su preparación posterior
ya fuera como autodidacta o, con el tiempo, en otras instituciones educativas
con el fin de no incurrir en el analfabetismo funcional.
Torres
Bodet recomendaba que los encargados de diseñar de planes y programas de
estudio atendieran, sobre todo, la conveniencia de imaginar una sucesión de
sistemas abiertos y coordinados. La intención era evitar que el conjunto del
sistema educativo se constituyera en una estructura hermética e inflexible,
sino que funcionara con escapes de derivación lateral, esto con la finalidad de
que todos aquellos que no dispusieran de recursos para continuar estudiando
recibieran la oportunidad de cursar carreras cortas. Para Torres Bodet la educación
coadyuvaba a crear la figura del ciudadano en tanto baluarte de la democracia.
Esta debía construirse rescatando a un individuo leal, honrado, limpio,
enérgico y laborioso; En
lo material Torres Bodet reconocía la necesidad de contar con más escuelas, pero,
a diferencia de su maestro Vasconcelos, el plan de expansión debía hacerse con
cautela, buscando acompañar la construcción de planteles con la calidad de la enseñanza.
Para ello proponía caminar despacio, con pausas y reposos donde floreciera la
reflexión.
Y
en alusión a las Misiones Culturales, reimplantadas bajo su gestión, estableció
la misma norma, no sólo en su condición de funcionario sino en su vida: También había que recuperar la escuela
activa, pero con otra perspectiva, pues todas las enmiendas a los planes y
programas carecerían de sentido si no se ponían en práctica. Para ello, se hacía indispensable dotar a las
escuelas de laboratorios, bibliotecas y talleres, teniendo la certeza de que
con esta infraestructura se contrarrestaría el aprendizaje memorístico y de
aceptación sin comprobación empírica o documental de lo apuntado por el
maestro. Al recuperar la
escuela activa se abrían las puertas que separaban la doctrina de la práctica,
dos elementos que en apariencia se oponían del humanismo vasconcelista al
pragmatismo de Sáenz. En ella cabían la reflexión y la práctica, el humanismo y
la técnica, la colectividad y el individuo, la nación y el universo.
Jesús
Reyes Heroles,: La sociedad reclamaba un cambio para regresar a la educación su
utilidad en la vida y reconstruir los mecanismos de movilidad social que se
habían perdido dentro de una sociedad cada vez más compleja, masificada y
exigente, donde la enseñanza mostraba fuerzas insuficientes para sostener su
calidad. Para Reyes Heroles el hilo conductor de la política educativa mexicana
fue siempre el reconocimiento de una relación dialéctica entre la sociedad y la
educación, en donde la sociedad orienta a la educación y dicta sus
características; a su vez la sociedad es guiada por la educación y es ésta la
que siembra los proyectos que demanda el futuro. La educación como un medio para que el hombre se instruya
constantemente a sí mismo, y en algunos casos se redescubra ensanchando su
conciencia y haciendo más firmes los vínculos que lo unen a la sociedad y el
valor de la libertad como lazo social y base de la dignidad de la conciencia
humana.
INFLUENCIAS DE VASCONCELOS EN SU FORMACIÓN:
Ø En
su infancia vivió en varias poblaciones
mexicanas, entre ellas: sásabe y piedras negras en el norte.
Ø En
sus estudios de secundaría que realizó en Campeche y en la escuela nacional
preparatoria, se destacó por su interés humanista con lecturas de platón
Schopenhauer.
Ø Recibió
influencias de su profesor Francisco Pascual García y los jóvenes anti
positivistas.
Ø La
influencia de su pensamiento en las juventudes de México.
Ø El
combatir del analfabetismo
Ø Se
consideró como el primer reformador de la educación.
VISION
SOBRE LA EDUCACIÓN:
ü La educación debe ser la principal empresa del
estado.
ü Se destacó como político, orador, educador,
ensayista y conferencista de grandes dimensiones.
ü Su labor como promotor de la cultura en México
y en Latinoamérica.
ü Fue el primer rector de la universidad nacional
de México.
DETALLAR PROGRAMA EDUCATIVO
DE VASCONCELOS:
v Señaló que toda persona debe saber leer.
v Expuso el plan en la obra “el desastre”, donde
establece un ministerio con atribuciones en todo el país y dividido en tres
departamentos que son: escuela, biblioteca y bellas artes, en las cuales se
comprende toda la enseñanza científica y técnica.
v la
biblioteca para implementar lectura.
v En las bellas artes se impartía la enseñanza
del canto, dibujo, gimnasio.
v Enseñanza indígena.
La
educación socialista que comienza en 1933 en la época del Maximato:
La
educación socialista implica una cierta interpretación del cardenalismo en su
conjunto. En los años veinte, hubo un extenso boicot de las escuelas públicas,
y en algunos casos los maestros fueron hostilados por los campesinos
insurrectos. La educación socialista fue seriamente comprendida por su asociación
con el fanatismo anticlerical, la escuela socialista como si no tuviese mas
finalidad ni otro objeto que la de hacer una campaña abierta, implacable,
contra la región. La doctrina de la escuela activa de Dewey, adoptada
oficialmente por Sáenz, pretendía orientar la educación necesaria y
efectivamente era una doctrina que consistía con la política global. Cuando se
introdujo la reforma al Artículo 3ro., hubo un extenso debate sobre la
posibilidad de hacer o no educación socialista en un país capitalista. La
educación socialista fue la expresión más acabada de la política cardenista en
el campo. Su significado real lo expresó perfectamente en 1934.
La modernización educativa tiene un
periodo de 1988 a 1994 durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari.
La
tradición nefasta de cambiar las prácticas educativas cada seis años. Desde los
años setenta, las reformas educativas se repitieron, aunque solo en tres momentos
hubo cambios sustanciales, el plan de once años que tuvo un periodo de 1959 a
1964, durante la presidencia de López Mateo. La otra de 1970 a 1976 periodo de
Luis Echeverría y por último la modernización educativa en el periodo salinista.
El plan de Once años intentó enfrentar los problemas que planteó la explosión democrática
tratando de prever las necesidades que anunciaban las proyecciones de
crecimiento de población. En la reforma de los años setenta, que fue plasmada
en la ley de 1974, promovía un cambio de métodos de enseñanza destinadas a
desplazar el memorístico para preparar a los niños para un proceso permanente
de aprendizaje.
Pero
las reformas fueron incapaces de cubrir el rezago educativo y mejorar la
calidad de las escuelas públicas mexicanas. Como resultado se abandonaron
proyectos importantes, se dejaron de adquirir materiales y libros, el salario
de los maestros profesores sufrió un deterioro que condujo a muchos a abandonar
las aulas. A los seis días de la toma de Carlos Salinas de Gortari anuncio la creación
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), como identidad autónoma
adscrita a la Secretaría de Educación
Pública (SEP).
Se
crea una nueva burocracia, cuyo sello fundamental era el remover al Poderoso
Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación (SNTE), durante el sexenio de
José López Portillo, en 1982 el presidente Miguel de la Madrid anunció la descentralización
de la educación básica y normal. El plan de Modernización Educativa se abriría en
octubre de 1989, como solución, el programa proponía dar cobertura nacional a
la primaria, dándole prioridad a las zonas marginadas mediante el uso de medios
electrónicos de comunicación. Entre las metas se repetía la eliminación del
aprendizaje memorístico, la actualización de de contenido y métodos de
enseñanza. Una novedad estaba en involucrar en el proceso de enseñanza-
aprendizaje, la SEP quedaba a cargo de vigilar el cumplimiento de las leyes, la
transferencia de recursos financieros y la revisión de materiales didácticos y
programas de todo el país.
Jaime
Torres Bodet fue secretario de educación pública el 23 de diciembre de 1943 al
30 de noviembre de 1946, Fue el tercer funcionario durante la presidencia de
Ávila Camacho y la segunda durante el sexenio de López Mateo del 1 de diciembre
de 1958 al 30 de noviembre de 1964. Entre ambos periodos fue director de la
UNESCO del 26 de noviembre de 1948 al 26 de noviembre de 1952. Creo campaña de
analfabetismo, que logro disminuir ese problema, impulso la educación normal, fundó
el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, organizo la Comisión Revisora y Coordinadora
de Planes Educativos, Programas de Estudios y Textos Escolares. En 1944
implemento nuevos planes en primaria, el 12 de febrero de 1959 fundó la Comisión
Nacional de Libros de Texto Gratuitos para Educación Primaria. Impulso las misiones culturales, la
reforma de enseñanza de normal, en septiembre
de 1960 se introdujo reformas de planes y programas para Secundaria, Inicio la
biblioteca enciclopédica, Y en la UNESCO estableció la extensión de Educación
Primaria obligatoria y gratuita.